Como
una espada de Damocles, con su constante balanceo sobre la cabeza del
recién elegido, escalar puestos en un Draft y ser seleccionado entre
los cinco primeros suele conllevar una presión muy diferente a la
típica de la Liga Universitaria. De pronto el jugador pasa de
liderar a un equipo y dominar técnica y físicamente a muchos
rivales a convertirse en otro novato más en la NBA, peleando en
zonas o en disputas por el balón a siete metros del aro, soltando
codazos, recibiéndolos y viendo como el árbitro señala falta en su
contra mientras los veteranos se ríen de sus errores y de este
discutible tratamiento por parte del juez del partido. Y las
noticias, mientras tanto, bombardean a expertos y aficionados con
comparaciones entre sus números y su sueldo, forzando al jovencísimo
soñador a tener que forjarse una coraza mental para soportar todo lo
que rodea a sus primeros meses en el lugar donde siempre quiso jugar.
Foto via thesportsfanjournal |
La
historia de Cody Zeller no ha sido muy diferente. Recibido con pitos
por la afición de Charlotte, sin dar muy buenas sensaciones en las
Ligas de Verano y enfrentándose a la carencia de minutos y las
dificultades halladas al "dar el salto", el ex de la
Universidad de Indiana lo pasó mal hasta la llegada del All Star,
para el que ni siquiera fue elegido en uno de los equipos del "Rising
Stars Challenge". Sin embargo ha logrado trocar la decepción y
los golpes en nuevos horizontes gracias a su ética de trabajo y
está experimentando una progresión muy considerable desde el parón.
Cuando
llegó a los Bobcats se esperaba de Zeller que hiciera de "4"
abierto, lanzando bien desde fuera para abrirle espacios a Al
Jefferson (Que rodeado de tiradores es un peligro aún más grande) y
corriendo todos los contraataques con la intensidad que el
caracteriza. Josh McRoberts cumplió mejor estas funciones y añadió
una gran visión de juego a su repertorio, provocando que el "Rookie"
tuviera que servirle simplemente de suplente. Pero en los últimos
partidos sin el "veterano", Cody ha dado un paso adelante y
demostrado que el año que viene puede aspirar a la plaza de titular.
Sus
números en el total de la temporada 2013/2014 han sido de 5,9 puntos
y 4,4 rebotes. Sin embargo desde el 1 de marzo hasta el día de hoy,
en el mismo tiempo de juego aproximadamente, ha logrado subir esos
promedios a 7,9 puntos, 5,5 rebotes y un porcentaje de tiros de campo
que se sitúa en 56,5%, mucho mejor que sus baremos normales (en
buena parte de la temporada se quedaba frisando el 40). Y no es solo
eso, sino que en los tres últimos encuentros (los ya mencionados,
con McRoberts sin poder jugar) en casi 30 minutos llega a unos 10
puntos, 7,7 rebotes y más de dos asistencias, amén de que no
contamos el partido contra Washington en el que anotó 15 puntos.
Es
cierto que estos números siguen sin ser espectaculares o propios de
un titular de cierto nivel en la NBA, pero empiezan a mostrar grandes
signos de mejoría y esperanzas en las anchas espaldas de un jugador
con muchísima ética de trabajo y sacrificio, y que no tendrá
ningún problema en practicar una y mil veces su tiro de media
distancia y sus levantamientos de pesas en verano. Cody ha
experimentado con crudeza el "Rookie Wall", quizás
demasiado temprano en la "Regular Season", pero ha logrado
reponerse y dar otro motivo de alegría a los aficionados de
Charlotte, que ven a su equipo clasificándose de nuevo para los
Playoffs tras varios años de ausencia. Allí donde brillan Kemba y
Al Jefferson sobre todos los demás, el joven Zeller se va labrando
poco a poco un hueco en un equipo que espera dar que hablar en un
debilitado Este en los próximos años.
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