Aun no siendo un encuentro en el que sobresalieran las actuaciones individuales, cabe destacar el rendimiento cosechado por Ben Hansbrough (15 puntos), Nacho Martín (10 puntos, 4 rebotes) y Tavares (8 puntos, 13 rebotes, 24 valoración), además de un Oliver que no había anotado antes de la acción que decidiría el encuentro. En el lado de los visitantes, recalcar las actuaciones de Joseph Jones (14 puntos, 3 rebotes), Viktor Sanikidze (9 puntos, 3 rebotes, 12 valoración) y Shermadini (6 puntos, 8 rebotes).
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El ritmo anotador tanto de uno como de otro seguía siendo bajo. La defensa zonal impuesta por los rojillos suponía un quebradero de cabeza para los de Pedro Martínez, pero las precipitaciones en ataque y la falta de acierto de los visitantes seguía manteniendo parejo el marcador. El protagonismo radicaba en el duelo de perímetro entre Hansbrough (10p) y Roll, que llevaban buena parte del peso ofensivo de los suyos, pero ninguno de los dos se encontraba todo lo cómodo que podían desear. Sin embargo, era la irrupción de Nacho Martín (10p) como solución a la zona impuesta por el CAI la que propiciaba que el conjunto insular tomara las riendas el encuentro. De esta manera, nos íbamos a los vestuarios con ventaja para la escuadra amarilla (33-24).
Fue empezar la segunda mitad y aparecer el juego interior que tanto ansiaba el CAI para dar un golpe sobre mesa. Apoyados en Jones (8p) y Shermadini (6p), los visitantes recortaban diferencias, poniendo un punto más de intensidad en ambos lados de la cancha. Pero poco les duraría la alegría, ya que gracias tanto a Tavares como Newley volvían a distanciarse, pero en esta ocasión con sensaciones diferentes, ya que la defensa zaragozana funcionaba a buen nivel. De hecho, esto no iba a quedar aquí, ya que en cuestión de unos instantes las figuras de Tabu y Sanikidze (8p cada uno) salían a la palestra, produciendo tal impacto que por primera vez desde la primera canasta, le ponía por delante al término del tercer cuarto (43-44).
El parquet se convertía en un auténtico campo de batalla, lo que de forma inmediata se vio reflejada en la palpable intensidad que imponían ambos combinados, que veían como cada canasta valía su peso en oro. El encuentro volvía a trabarse, pero predominaba la igualdad, ya que cada una de las acciones individuales de mérito de Hansbrough eran contestadas gracias a la labor coral del CAI, que mantenía a raya al rival en sus acometidas para distanciarse en el luminoso. De esta manera, llegábamos a, clutch time, y con ello, la emoción de un partido cuyo devenir dependería de la mente fría de cada uno de los competidores. Fue así como un triple de Sanikidze y una gran combinación entre Llompart y Jones empataban respectivamente el enfrentamiento tras tiro libre y mate de Eulis Baez. Pese a que no había anotado en todo el partido, Oliver no dudó en tomar la responsabilidad de la última posesión, y con ello, llegó un triple estratosférico que hacía inservible el posterior triple de Roll fuera de tiempo y que certificaba la trabajada victoria de los locales (58-55).
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