La Bruixa D'Or sufrió para ganar ante el CB Valladolid en un partido bastante controlado por los locales, a pesar de la lucha de los vallisoletanos tras una gran segunda mitad tuvieron grandes opciones para ganar el partido. La buena gestión de las últimas jugadas del partido fueron cruciales para este desenlace.
via ACB |
El partido comenzó bastante parejo durante los primeros siete minutos, donde el marcado se mantuvo igualado. Hasta que Max Kougueré tiró de los suyos para lograr un parcial de 9-0 (min 9 17-10) dejando las primeras grandes diferencias en el marcador ante un Valladolid que llega a entrar en el partido. El cuarto terminó con una ventaja de siete puntos para los locales (21-14).
Tras este cuarto, los de Borja Comenge seguian con un gran ritmo de juego que les llevó a tener una renta de dieciséis puntos de diferencia (min 16 30-14) con una gran actuación de Marcus Eriksson que logró siete puntos consecutivos en esos instantes. Un tiempo muerto del CB Valladolid les sirvió para espabilar en su juego y eso se reflejó en el marcador con un 11-24 en cinco minutos, logrando romper la barrera de los 10 puntos y llegar al descanso con sólo tres puntos de diferenica (41-38). La aparición de los grandes referentes ofensivos como son Johnson, Rowe o Andjusic fue crucial para esa arrancada.
Un partido igualado, llegamos al tercer cuarto, un cuarto de muy pocas canastas, pero con la misma tónica de juego, los manresanos lograban una renta que les permitía gestionar las jugadas de mejor manera y con más calma y los de Ricard Casas lograban remontar tras imponer su juego, poniendo el partido muy igualado en el marcador. Con esto llegamos al último cuarto con opciones para los dos equipos. La aparición de Suka-Umu y de Sinanovic fue crucial para dejar a los suyos con opciones para ganar (53-52).
A esta situación se llegó a los últimos diez minutos donde los locales lograron la victoria tras tener una buena gestión en los tiros (menos en los últimos tiros lanzados de Walters con una ventaja que les podía permitir a fallar y darles vida al rival), los visitantes que tuvieron opciones de tener vida no pudieron anotar los tiros decisivos y la victoria se quedó en la casa del Manresa (75-72).
El mejor del encuentro fue Markus Eriksson con 21 puntos, 7 rebotes y 23 de valoración. Por los visitantes, el mejor fue Marcos Suka-Umu con 19 puntos y 15 de valoración.
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