Francia no tenía "una" oportunidad, era "la" oportunidad. Sin Gasol, Navarro e Ibaka, España ya no era el mismo rival. Y los galos llegaban con todo su arsenal. Era el momento de escribir su nombre en la historia. Había que olvidar la plata de 2011 y conquistar Europa. Y lo hizo. Aunque Parker no hizo la final de su vida, Nico Batum le suplió en su estatus de líder y permitió a los de Collet conquistar el Eurobasket 2013 ante una Lituania errática y que solo tuvo a Kleiza como jugador inspirado.
Foto: eurobasket.com |
Toda la igualdad que reinaba al término de los primeros diez minutos se fue al garete cuando Batum decidió emular al Batum que destacó en la NBA a principios de temporada anotando desde fuera sin error y con una facilidad pasmosa. La dura defensa contra Parker (4 puntos al descanso) era la misma que brillaba por su ausencia con el alero de los Blazers (17 puntos al descanso). Lituania perdía comba. Kleiza se quedaba solo y ni Javtokas ni Maciulis conseguían anotar con asiduidad. Francia apretaba los machos en defensa y se distanciaba en el marcador, yéndose al descanso con una renta cómoda de 47-34.
La lógica hacía pensar que los lituanos iban a salir más enchufados en la segunda mitad con el objetivo de recortar la diferencia, pero Francia mantenía la agresividad en defensa y el acierto en ataque. Lavrinovic era el único que intentaba mantener a Lituania cerca, pero Kleiza se cargaba de faltas y los problemas aumentaban. Los galos se escapaban en el marcador aún más (60-41, min 24).
Tony Parker cambiaba su capacidad anotadora por su capaz de liderazgo repartiendo juego y dando el ritmo que más le convenía. El juego interior, con Ajinca y Diaw, estaba dando un repaso a Lavrinovic y Valanciunas, desaparecido en la final. Gelabale y Batum frenaban a Kalnietis y Maciulis con defensas asfixiantes y Kleiza seguía en el banco cargado de faltas.
Se llegaba al inicio del último cuarto con una ventaja casi insalvable (68-50), y Lituania poco tardaría en demostrar que había tirado ya la final. Lavrinovic y Kleiza al banco y los demás jugadores sin acertar. Era cuestión de que el tiempo corriese. Francia ganaba a Lituania sin apuros y con un gran trío Parker-Diaw-Batum. Parker MVP y agrandando su leyenda. Francia, campeona de Europa por primera vez en su historia.
La lógica hacía pensar que los lituanos iban a salir más enchufados en la segunda mitad con el objetivo de recortar la diferencia, pero Francia mantenía la agresividad en defensa y el acierto en ataque. Lavrinovic era el único que intentaba mantener a Lituania cerca, pero Kleiza se cargaba de faltas y los problemas aumentaban. Los galos se escapaban en el marcador aún más (60-41, min 24).
Tony Parker cambiaba su capacidad anotadora por su capaz de liderazgo repartiendo juego y dando el ritmo que más le convenía. El juego interior, con Ajinca y Diaw, estaba dando un repaso a Lavrinovic y Valanciunas, desaparecido en la final. Gelabale y Batum frenaban a Kalnietis y Maciulis con defensas asfixiantes y Kleiza seguía en el banco cargado de faltas.
Se llegaba al inicio del último cuarto con una ventaja casi insalvable (68-50), y Lituania poco tardaría en demostrar que había tirado ya la final. Lavrinovic y Kleiza al banco y los demás jugadores sin acertar. Era cuestión de que el tiempo corriese. Francia ganaba a Lituania sin apuros y con un gran trío Parker-Diaw-Batum. Parker MVP y agrandando su leyenda. Francia, campeona de Europa por primera vez en su historia.
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