El
Eurobasket de 1989 fue uno de los más especiales para el público
europeo. Grandes potencias como Francia, la antigua URSS, Italia y
Grecia se presentaban como mayores favoritos para obtener el título.
Pero años antes un país compuesto por siete naciones diferentes
empezó a coger énfasis en este deporte del baloncesto.
La gran generación de Yugoslavia de la década de los 90 |
Un
estirpe de jóvenes jugadores comenzaron a coger nombre por el viejo
continente. Hablamos de Divac, Petrovic, Kukoc, Radja, Zdovc o Zarco
Paspalj. Grandes jugadores que años después serian referentes en
sus equipos de Europa o incluso NBA (caso como Divac en los Lakers o Petrovic en los Nets).
La
antigua Yugoslavia no era una gran favorita pese a las grandes actuaciones del
croata Drazen Petrovic en la Cibona Zagreb o el dominio en la pintura
de Vlade Divac en el conjunto serbio del Partizan, aunque en el Europeo anterior logró la medalla de bronce y se esperaba más de ellos.
Muchos esperaban que este equipo pudiera dar la cara en su país, ya que el campeonato se jugaría en Zagreb (antiguamente Yugoslavia). Nunca habían
jugado juntos estos jóvenes, por eso era poco probable que en la
primera competición grande que jugaran rindieran a tan gran nível.
El
mayor favorito de esta competición sin ninguna era la potencia de la
URSS. El gran Sabonis campaba a sus anchas en estas competiciones
siendo el gran dominador de la pintura europea y quería lograr el campeonato continental que se le escapó dos años antes ante la Grecia de Nikos Gallis.
Tras
la fase previa, poco a poco se va reconociendo a la selección
yugoslava como uno de los favoritos para obtener el título. Los
yugoslavos imprimieron un nuevo estilo del baloncesto por europa, muy
asemejo al ‘showtime’ de la NBA. Todos los integrantes del equipo
corrían, votaban a la perfección el balón, el pívot de 2.15 Vlade
Divac era amo y señor de la zona y la puntería de Drazen Petrovic
y Zarco Paspalj hacían el resto.
Con
ese juego vistoso para el espectador los yugoslavos se presentan en
semifinales contra una potencia del baloncesto europeo: Italia de Mike D’Antoni, Antonello Riva, Walter Magnifico, Sandro Dell’Angelo o Ario Costa. Los yugoslavos demostraron que era un equipo que daría mucho que hablar en el baloncesto europeo y con una gran superioridad se impusó a los italianos por 97-80 y lograron el pase a la deseada final.
En la final esperaba la actual campeona: la Grecia de Giannakis y Bartzokas entre otros. Este equipo pudo ponerle cara a la URSS de Sabonis y se volvieron a plantar en la final de un Eurobasket. Fue un partido muy disputado en la que parecía que la veteranía y el saber estar de los griegos darían el paso a su segundo título consecutivo. Pero no fue así. La gran actuación de Drazen Petrovic que terminó el partido con 28 puntos y 8 asistencias (que fue nomrado MVP del campeonato) y el dominio de Divac en la pintura que obtuvo 18 rebotes, 7 de ellos en ataque, lograron que esta generación de grandes talentos balcánicos lograra la medalla de oro en el Eurobasket de 1989.
Final del Eurobasket 1989: Yugoslavia-Grecia
Los oros en el
Eurobasket de 1989 y en el Mundial de 1990 (donde Yugoslavia logró el campeonato con la misma generación) fueron un punto de inflexión para que años después
selecciones como Serbia, Croacia (que se consagró en los J.J.O.O. de Barcelona logró la plata con Petrovic como estrella) o actualmente Montenegro,
Bosnia-Hezegovina y Macedonia obtuvieran la importancia que en
realidad se merecían.
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