Delonte West tiene ganas de volver a la NBA tras superar los problemas de bipolaridad que le han llevado a irregularidades en su carrera y le han impedido mantener el nivel que nadie duda que atesora. El ex de Dallas, Cavaliers y Boston entre otros, quiere jugar de nuevo.
A sus 30 años, se ha casado, tiene un hijo y quiere tener otra oportunidad para demostrar que todavía tiene mucho baloncesto en sus piernas. Tanta es su ilusión que ha asegurado que aceptaría una oferta de contrato no garantizado para poder demostrar a los entrenadores sus habilidades.
En octubre, con los Mavs, fue cortado tras jugar en la Liga de Desarrollo brevemente: "Me siento como cualquier persona y hombre, y todo lo que necesito es una oportunidad. No creo que ningún equipo se moleste".
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