El Olympiacos se proclamó campeón de Europa y revalidó así el título conseguido antaño. El Madrid de Laso empezó el partido con el guión soñado, imprimiendo su ritmo frenético y escapándose en el primer cuarto. Sin embargo, el carácter de los griegos y el talento de Spanoulis decidieron un choque que no tuvo color en la segunda mitad.
Foto: rtve.es |
La final de la Euroliga comenzaba con un Madrid pletórico, con un Rudy enchufado y un Mirotic y Llull infalibles desde la línea de triples. La defensa de Slaughter y la defensa de Sergio a Spanoulis dejaba al Olympiacos sin ideas y permitía al Madrid correr y escaparse en el marcador (5-13, min 5). La dinámica seguía igual pese a un tiempo muerto de los griegos. Rudy mantenía su estado de gracia y los de Laso ponían un marcador abultado al término de los diez primeros minutos: 10-27.
El guión de la final daba un giro de 360º al inicio de la segunda contienda con un Olympiacos mucho más duro en defensa y un Antic y Peperoglu que afusilaban a los madrileños con triples que acercaban a los griegos en el marcador (20-29, minuto 14). Laso ponía de nuevo a Rudy para evitar la debacle ofensiva pero las pelotas no entraban. El Madrid se veía desbordado por un Olympiacos que peleaba cada rebote como si fuese el último gracias a un enorme Printezis. La dirección del Chacho tampoco surgía efecto y el Madrid se iba al descanso por arriba pero con los griegos crecidos y más cerca (37-41).
La segunda mitad comenzaba con un Olympiacos fuerte, muy centrado en defensa y agresivo en ataque. El público griego achicaba a los de Laso, que se veían superados. El partido entraba en una elongación del segundo cuarto que no favorecía nada a los de Laso. Hynes y Spanoulis aparecían para darle la vuelta al marcador y Sloukas hacía creer a los griegos con la revalida del título.
El último cuarto era un remolque para el Madrid, que tenía que remontar ocho puntos arriba y defender a Spanoulis. Pese a una canasta de Rudy y un triple de Carroll que ponían a los de Laso a tan solo 3 puntos y el Olympiacos en bonus, los griegos volvían a reaccionar con Perperoglou y Printezis. A falta de 4 minutos, el Olympiacos se iba de 14 y el Madrid remaba contra corriente. Con una defensa intensa y una precipitación en ataque, el Madrid no pudo darle la vuelta ni acercarse en el marcador.
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