Ha costado mucho, pero los cabezas de serie Palencia y River Andorra se han clasificado para las semifinales, eso si, sufriendo mas de lo que ellos esperaban. Sorpresa en Lugo, con la clasificación del Cáceres en el duelo de históricos. Las semi-finales quedan River Andorra-Cáceres y Lucentum-Palencia Baloncesto.
River Andorra 109–94 Leyma Natura Coruña Basquet
Muy electrico empezo el primer cuarto, el Leyma Natura se salvó por su equilibrio defensivo y el River Andorra apretaba gracias al acierto en los lanzamientos desde la línea de 6.75. Un primer tiempo con muchos puntos y demasiada tensión (27-25).
El ritmo del cuadro visitante bajó minutos más tarde. El Andorra puso la quinta marcha con un parcial de 9-0 para alejarse de los coruñeses. El Básquet Coruña tenía enormes lagunas a nivel defensivo y eso le hizo debilitarse por momentos. Los del Principado aprovecharon la comodidad en su cancha, con un Safford muy enchufado, para ponerse dieciséis arriba (48-32).
Suka-Umu y Sonseca guiaron a los suyos y empujaron al Leyma Natura en el luminoso. Con dos triples y acciones personales para el recuerdo, el conjunto de Herrera se fue al descanso con diez puntos menos que su rival. El partido aún estaba abierto (53-43).
No obstante, el sueño del Básquet Coruña en los play off a ACB tomó color de pesadilla en el transcurso del tercer cuarto. Dani Pérez fue clave en las asistencias del Andorra y, de nuevo, un parcial de 9-0 abría brecha en el marcador. Zengotita era el salvavidas del cuadro naranja (60-45) mientras la agresividad y decisión de Kalé sirvió para mejorar los ánimos.
La cancha del Poliesportiu D'Andorra se transformó en un correcalles en el que el acierto anotador de los de Juan Peñarroya destacaba por encima del resto (75-57). La diferencia era abrumadora pero el Leyma Natura dio la cara. La marea naranja no tiró la toalla y siguió compitiendo hasta la bocina final. El Andorra continuaba sumando y los visitantes, animados por Suka-Umu -máximo anotador con 22 puntos-, llegaron a ponerse a diez puntos de distancia en varias ocasiones (91-81, 93-83, 96-86 y 99-88). De poco sirvió tanto esfuerzo. En el tramo final, los andorranos se escaparon para celebrar el triunfo con un 109-94.
Palencia Baloncesto 82–71 Força Lleida
Los primeros minutos fueron los más igualados de todo el encuentro, donde cada conjunto anotaba al tener la posesión. Urko Otegui, que marcó 17 puntos en el encuentro, anotaba el 11-9 que daba la primera ventaja del partido al Palencia Baloncesto.
El equipo morado no volvió a ir por detrás en el marcador en ningún momento del choque. Bravo anotaba en la última jugada del primer periodo y hacía el 22-13 definitivo.
El dominio local siguió en el segundo cuarto del encuentro, aunque un 0-7 a favor de los ilerdenses silenció la grada palentina. Roger Fornas, segundo máximo anotador del Palencia Baloncesto con 16 puntos, cogía el peso del equipo y se llegaba al descanso con 38-28.
El conjunto palentino suguió dominando el juego con una buena defensa y un gran acierto en los tiros de tres puntos. El ilerdense Dani Rodríguez no bajó los brazos y siguió plantando cara al equipo palentino, siendo el máximo anotador del partido. Se llegó a los últimos 10 minutos con 63-52.
En el último cuarto se mantuvo la misma dinámica de juego. Urko Otegui, que sigue llamando a las puertas de la liga Endesa cerraba el partido con un mate que ponía al público en pie y hacía el 82-71 definitivo.
C.B. Breogán 72–75 Cáceres Patrimonio de la Humanidad
El partido comenzo con la defensa verdinegra correosa, eso cimentaba el ataque, buscando las acciones sobre sus tiradores, con carretones y bloqueos directos. Los extremeños mandaban con puño de hierro, no querían irse de vacío para casa. Con las rotaciones, el equipo mantuvo el nivel, y terminó el cuarto con una mínima ventaja, ganando por 19 a 20, gracias en buena parte a los 4 triples de Hobbs.
El segundo cuarto era más físico si cabe que el primero, a los dos conjuntos les costaba mucho más ver el aro, las defensas se estaban imponiendo a los ataques, tónica habitual en el segundo y cuarto partido de la serie. Pero aquí Breogan salió ganando de forma momentánea, con una buena presión sobre las líneas de pase consiguió varias canastas fáciles, y logró una pequeña renta de tres puntos. En ese momento Frade paró el partido, quería soluciones, usó la match up en defensa y atascó a los lucenses. Morentin y Lorenzo sacaban petróleo en el poste bajo y ponían nuevamente a los visitantes por delante, a falta de menos de dos minutos para el descanso. Lisardo Gómez paró el partido, como si de una partida de ajedrez se tratara, ningún entrenador quería conceder ninguna ventaja.
Antes del descanso el partido entró en una dinámica rara, condicionada por las malas decisiones arbitrales, el partido subió en agresividad, las faltas en ataque parecían una constante que desesperaban a los dos equipos, Cáceres subió la línea defensiva a todo el campo y consiguió marcharse a solo un punto de los locales. Con el ambiente muy caldeado en el Pazo Universitario el electrónico reflejaba un 37-36.
Las imprecisiones, sobre todo en el segundo cuarto, marcaban la primera parte. Los dos equipos habían perdido muchos balones en los primeros veinte minutos, algo que podía ser decisivo para el resto del partido.
Tras el periodo de recreo el partido se reanudó con los mismo protagonistas en el conjunto verdinegro y con un cambio obligado en el Breo. Entraba en el cinco de salida Ogirri (clave en el segundo y tercer partido de la serie) en detrimento de Winchester, que terminó la primera parte con tres faltas. En esta ocasión los que salieron más enchufados fueron los celestes, con siete puntos en dos minutos y medio, algo que obligó a Frade a pedir su primer tiempo muerto de la segunda parte. El partido se podía decidir en los pequeños detalles, y el técnico del Cáceres quería controlarlos, dando entrada a Ashaolu en el partido, quería más consistencia física, y comenzaron a jugar más interior, generando ventajas en el poste bajo y cargando con tres faltas a Diouf.
Las rotaciones daban aire a los extremeños, que volteaban el electrónico a cuatro minutos para el final de tercer cuarto, y a cada pequeña ventaja de los dos equipos la solución era un tiempo muerto. Eso fue lo que hizo Lisardo, y Breogan buscó lo que había conseguido Cáceres en los últimos minutos, volcar el juego interior, pero no lo logró, sería desde el perímetro donde conseguirían seguir vivos, y volver a coger ventaja. Terminando el tercer cuarto tres arriba. 56-53.
El último periodo tenía un ritmo frenético, el Pazo Universitario era como una olla a presión, aplaudiendo cada acción de su equipo como si les fuera la vida en ello. Ningún equipo lograba coger una ventaja importante. Peña engrasaba su muñeca para los últimos minutos, y con dos triples daba cordura y tranquilidad a su equipo. Pero con su tercera falta era sustituido por Pedro Robles a falta de algo más de seis minutos para el desenlace.
En el tramo final el partido estaba lleno de alternancias, era acción reacción. Ningún equipo quería dar su brazo a torcer, a tres del final el partido estaba empatado a 66. Todo hacía indicar que el encuentro se resolvería en el último minuto. Y así fue. Uno arriba uno abajo. Y pareció Morentin, que con consistencia dio a su equipo un más tres con 18 segundos por jugarse. Lo que quedaba no era acto para cardiacos, los últimos segundos se jugarían sin Peña, lesionado. Pero Cáceres ganaría defendiendo 72-75, como más le gusta a su entrenador.
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