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sábado, 6 de octubre de 2012

Sacramento Kings, jovenes y rebeldes (Temporada 2012-2013)

Los Kings son un equipo extraño: probablemente tengan una de las plantillas jóvenes con más talento de la NBA, pero la indisciplina y la anarquía de algunos jugadores, como es el caso de DeMarcus Cousins, egoísta en pista, a ratos indolente y con mal carácter, mostrándolo a veces como cuando Paul Westphal y él discutieron acaloradamente tras un partido. En otros casos, los bajones de rendimiento condicionan también el juego, al más puro estilo de Tyreke Evans, que tras demostrar en su temporada rookie de lo que era capaz, completando una excelente temporada, en las dos siguientes su nivel de juego ha decaído notablemente, no solo en cuanto a estadísticas, sinó también a su entrega defensiva y su capacidad de liderazgo.

Otro de los grandes problemas de los Kings es sin duda su estilo de juego, que no se fundamenta en el juego de equipo, centrándose en el talento individual de los jugadores, algo que hace que, a menudo, parezca que el conjunto está jugando en un playground y no en una cancha de baloncesto profesional.


Pero los Kings siguen atesorando un talento increíble: Evans, Thornton, Cousins, Fredette, Thomas... Todos ellos jóvenes y con capacidades de sobra para destacar en la liga, sobre todo Evans y Cousins, dos absolutos talentos del baloncesto que podrían llegar a ser estrellas en la NBA. Sin embargo los Kings siguen siendo considerados un equipo extremadamente imprevisible y en ocasiones fácil de ganar si se mantiene la solidez defensiva y se juega como equipo contra un indisciplinado conjunto de jugadores.

En la presente temporada, marcada por los rumores de cambio de ciudad de la franquicia, la cosa pinta mejor: se supone que los jugadores han madurado, se espera que Evans asuma su papel de estrella en el equipo, que Cousins refrende con juego lo que ya insinúa con números, que Fredette se adapte a salir desde el banquillo como creador de ofensiva instantánea y que los roles de Thornton y Evans, ambos escoltas capaces de jugar de base, se aclaren y decanten por una u otra posición. Además, por supuesto, del nuevo rookie, Thomas Robinson, en el que se tiene mucha confianza. Mucha esperanza que podría caer en saco roto si el equipo en conjunto, una verdadera desgracia a nivel defensivo, no pone de su parte.

El fichaje de más relumbrón de este año ha sido el de Aaron Brooks, un buen base que no sabemos exactamente dónde encajará en el equipo, y las razones no son infundadas: Brooks es capaz de jugar de escolta gracias a su capacidad de anotar, pero escoltas en el equipo hay tres, Thornton, Fredette y también fichado John Salmons, que también es capaz de anotar. Como anotador y defensor de escoltas Brooks no ofrece mucho más de lo que pueda ofrecer Thornton, y Salmons le gana la partida ampliamente en defensa. Fredette, el peor adaptado a su nuevo rol será seguramente el principal perjudicado.

Si los Kings pretenden utilizar a Brooks como base, su posición original, la cosa tampoco está nada clara: Evans se ha estado adaptando a jugar de base y defender al escolta rival, intercambiandose la posición con Thornton en defensa, aunque tanto uno como el otro son nefastos, principalmente por su indolencia. Si a esto sumamos que el año pasado un rookie, Isiah Thomas, desplazó a Evans a la posición de escolta gracias a su buen hacer ofensivo, dirección de juego y sentido común (algo que escasea en Sacramento), no sabemos exactamente dónde encajará Brooks.

También se han unido al equipo, aparte de los mencionados John Salmos, jugador muy útil capaz de jugar de escolta y de alero, y Aaron Brooks, el ala-pívot Chuck Hayes, gran reboteador y buen defensor, y el rookie Thomas Robinson, quinta elección del Draft de este año, un jugador muy completo, hábil jugador de poste, buen tirador de media distancia, defensor físico y voluntarioso (raro en Sacramento) y al que no se le va la cabeza habitualmente, y que podría quitarle la titularidad a Jason Thompson ya desde el inicio de la temporada.


El más que probable quinteto titular de esta temporada (en el que mantengo a Jason Thompson) será el siguiente:

Base: Isiah Thomas

Es más que probable que Aaron Brooks le arrebate la titularidad, más que por méritos propios, por experiencia, pero el papel de Thomas fue tan bueno para una última elección de draft, y realmente para cualquier rookie, que merece estar en el quinteto inicial. Jugador muy bajo para el puesto, pero intenso defensivamente, que presiona al rival todo el tiempo, lo defiende bien sin balón, es más que capaz de robar la pelota y de puntear el tiro pese a su baja estatura. Ofensivamente no es un mal tirador, pero a nivel individual destaca penetrando, gracias a su agilidad y muy buen drible, sumado a su fuerza, inteligencia, técnica y habilidad. También es buen director de juego y buen pasador. Uno diría que el único defecto que tiene Thomas para jugar a baloncesto es la estatura, pero de hecho es el único lastre que tiene para llegar a convertirse en un jugador muy importante en la NBA.

Escolta: Marcus Thornton

El año pasado jugó de titular en todos los partidos que disputó, y en esta posición, desplazando a Evans a la de alero en muchas ocasiones, por la capacidad atlética de éste de defender en esa posición, por lo que no sería de extrañar que, al menos durante los primeros partidos, Thornton jugara de inicio.

Excelente jugador a nivel ofensivo, es capaz de anotar casi desde cualquier punto de la cancha, tanto desde el perímetro como en la media distancia, así como penetrando. Sus porcentajes no son más altos porque su idilio con la pelota le impide pasar y su selección de tiro es muy mala. Defensivamente no existe: ni presiona, ni se esfuerza, ni puntea los tiros ni nada por el estilo. Una pena para un jugador que podría llegar a ser algo más que uno de tantos anotadores compulsivos.

Alero: Tyreke Evans

Capaz de defender (cuando quiere) cualquiera de las tres posiciones perímetrales, Evans fue desplazado a la posición de tres ante el excelente nivel de juego de Thomas y la necesidad de aprovechar a Thornton como fuera, y ante el declive de Francisco Garcia y la tardía llegada de Travis Outlaw a Sacramento tuvo que ver muchos minutos como alero.

Jugador con un talento para el ataque común, su defecto es que nada le gusta más que abrazarse a la pelota como si fuera una cuerda al borde de un precipio, sin soltarla desde el momento que la toca a no ser que sea para tirar él mismo o si la asistencia es tan absolutamente clara que sería un crimen no hacer un pase al compañero.

Evans podría llegar a ser uno de los mejores escoltas de la liga y el defensor más versátil si pusiera más de su parte, pero rodeado de tipos tan despreocupados como él en aspectos tan importantes como la defensa, el orden táctico, el rebote o el juego de equipo la cosa no lleva visos de mejorar.

Ala-pívot: Jason Thompson

Siguiendo la tónica del resto del equipo, muy buen atacante pero mal defensor: atlético pero no fuerte, es un buen jugador en el poste alto y algo menos en el bajo, buen tirador de media distancia, penetrador, juega correctamente sin balón y, cosa sorprendente, pasa el balón a menudo y rebotea en ataque y defensa. Defensivamente viene lastrado por su falta de fuerza, que le impide aguantar las embestidas de jugadores de poste más pesados que él, al más puro estilo de Brandon Bass o de Davis, con los que gana en centímetros pero pierde en la batalla por la posición. Sin embargo, defiende bien el perímetro gracias a su agilidad, y no es raro verlo marcando aleros.

Es muy probable que Thomas Robinson, más bajo pero también más fuerte, más completo y mejore defensor le quite el puesto pronto, formando una pareja interior intimidadora junto al siguiente jugador de la lista, DeMarcus Cousins.

Pívot: DeMarcus Cousins

Cousins es uno de los pocos hombres altos con una capacidad técnica alta que ha dado Estados Unidos en los últimos años: pasador correcto, buen driblador para su tamaño y excelente jugador de poste bajo, suma a todo esto un buen tiro a media distancia, que podría ampliarse en un futuro, por mecánica de tiro, a la línea de tres. Además, posee una fuerza bruta increíble, es alto (2.11 metros) y no se deja mover en el poste con facilidad. Rebotea muy bien en ataque y en defensa, es agresivo y, si está motivado, es muy difícil de atacar.

Pero muestra, a veces (aunque menos) la misma irresponsabilidad defensiva que sus compañeros, y no siempre es un jugador de trato fácil (como ocurrió con Paul Westphal que, dicho sea de paso, tampoco es de trato exquisito). Si mejora en su juego y vuelca todo su potencial en equipo podríamos estar hablando de un pívot dominante, de perfil clásico pero más técnico y capaz de enfrentarse a los mejores de la liga sin ningún tipo de complejo.

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