Lituania no falló en su duelo frente a una Alemania que dio la cara pero se despertó abruptamente de su sueño de medallas… y de Juegos Olímpicos. Lituania, muy cómodo en todo el partido por tener un colchón de 10 puntos que le facilitaba su pase a cuartos de final, llevó la iniciativa desde el principio gracias a la doble K, Kalnietis-Kaukenas.
Pero Alemania estaba dispuesta a dar guerra. Benzing, con varias penetraciones de mérito y Kaman, omnipresente en la zona rival, ponían a Alemania por delante por primera vez en todo el partido. Y todo sin que Nowitzki anotase un solo punto. Lástima para ellos que la sequía de Dirk se prolongase aún más, lo que aprovechó Lituania para volver a recuperar el mando del partido, gracias otra vez a un Kaukenas espectacular.
En el conjunto alemán solo funcionaba Kaman, sencillamente perfecto, todo lo contrario a un gris Nowitzki que fallaba y fallaba. En Lituania, con un juego mucho más fluido y compensado, los destellos de Jasikevicius se mezclaban con el poderío interior de un Javtokas muy acertado desde el tiro libre, con la sobriedad de Valanciunas y con los puntos del incisivo Kaukenas. Empero, el despertar final de Nowitzki -7 puntos en el arreón final del cuarto- recortó diferencias al descanso: 37-33.
Los de Bauermann renacerían, cómo no, de mano de la pareja Kaman-Nowitzki. El pívot abría el cuarto con una canasta, Dirk respondía con un triple y, en la jugada siguiente, el propio Kaman conseguía un 2+1 para poner el partido al rojo vivo: 39-41. Falsa alarma. En solo dos minutos, Lituania volvió a tirar de equipo para avasallar, a base de contraataques a su oponente, con un eléctrico 9-0 de parcial que, ahora sí, rompió el partido. Kaman seguía a su ritmo, ayudado por Schaffartzik, pero los continuos fallos de Nowitzki no variaban las diferencias locales: 58-52.
En Alemania solo funcionaban cuatro jugadores –ninguno más había anotado- pero… vaya si funcionaban. Benzing, especialmente acertado, volvía a acercar a su equipo y otra vez un Kaman monumental ponía a su equipo por delante. A los germanos, teniendo en cuenta que Lituania no cedía, les quedaba incluso la opción de forzar la prórroga para buscar la machada, algo que parecía una posibilidad cuando a falta de dos minutos para el bocinazo final el resultado era de 75-75, pero quedaba el último show de Jasikevicius y Valanciunas.
Todo simbolismo, pasado y presente junto a presente y futuro. El pívot, toda fuerza y toda ilusión, se comía al juego interior alemán, mientras que la base dominaba el encuentro a su antojo, con jugadas deliciosas que hicieron que el pabellón se viniera abajo. Alemania, fallona al final en los tiros libres, no pudo ni forzar el tiempo extra y Lituania selló su tercera plaza. Nowitzki, impotente al final del partido, no podrá estar en los Juegos Olímpicos de Londres
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