Derrota del Real Madrid en su visita a Vitoria, en un partido marcado por los errores ofensivos, por una disposición dudosa de juego en conjunto, y por una floja defensa ante un rival que parece, y es, un equipo mucho más rodado, al menos de momento. El partido comenzó con alternancias en el marcador, con ventajas cortas en el primer cuarto para el Baskonia, y con reacciones rápidas del Madrid. Pablo Laso mostró sus cartas desde el comienzo, con Llull jugando de pase puro, Carroll acaparando gran parte de las acciones ofensivas, y un juego interior formado por Mirotic y Begic. Desde los primeros minutos, el Madrid buscaba jugar combinando el juego exterior e individual de Jaycee Carroll, con los balones interiores para Begic, así como para Tomic cuando el croata ingresó en la cancha. Mientras tanto, el Baskonia aprovechaba sus ataques con fluidez, de la mano de un Prigioni que volvía a casa, no sin polémica. El argentino fue recibido con pitos por parte de su afición, aunque poco a poco dichos pitos se fueron convirtiendo en aplausos, como no podía ser de otro modo. El primer cuarto iba a finalizar con un ajustado 19-20 a favor de los madridistas, que poco a poco parecían encontrar el acierto ofensivo.
En el segundo cuarto, los locales empujaban con fuerza, de la mano de un Teletovic que empezaba a demostrar los galones, al igual que San Emeterio, que anotaba desde la línea exterior poniendo en aprietos al Madrid. Tanto él como Oleson empezaban a disfrutar de oportunidades para anotar, el Madrid flojeaba en defensa y el Baskonia lograba llegar al final de la primera mitad con una corta ventaja, 32-29.
La segunda mitad comenzaba con Velickovic entrando en juego, aportando ofensivamente al Madrid. Parece que el protagonismo del serbio podría regresar en esta nueva temporada, disputando gran parte de los minutos como cuatro, colocándose en la zona exterior e iniciando su juego desde fuera hacia dentro. Sin embargo, el Madrid seguía flojeando en defensa, y transcurridos 4 minutos del tercer cuarto, el Baskonia ya mandaba por 9 puntos de diferencia, centrando gran parte de su juego en la eficacia de Seraphin y en el rebote ofensivo. El Madrid volvía a mostrar carencias en el juego ofensivo, con jugadores como Pocius muy perdidos, y con los hombres interiores desaparecidos en combate. Ni Tomic ni Felipe aparecían para dar claridad a las ideas del ataque madridista. Rudy Fernández tomaba el mando del juego del equipo, y los ataques empezaban a convertirse en aclarados para el fichaje estrella del conjunto merengue. Con su salida a la cancha, el Madrid tomó aire y llegó a colocarse a 5 puntos, tras una contra que culminaba Pocius con una bandeja fácil. El Baskonia insistía en el juego del 2 por 2, algo que siguen haciendo a la perfección, pasan los años y este equipo nunca deja de mostrar un juego de bloqueo y continuación de libro. Prigioni y Teletovic aprovechaban los desajustes defensivos del equipo de Pablo Laso para continuar poniendo tierra de por medio.
Al comenzar el último cuarto, el Madrid buscó referentes interiores, y encontró una vía de escape en la aportación de Mirotic. Una gran jugada del joven canterano, seguida de un robo y una contra pusieron al Madrid a tiro de los locales. Sergio Rodríguez buscaba el juego rápido en ataque, y el Madrid se ponía a tan solo un punto de desventaja (61-60). Laso daba entrada a Carroll y Llull por Rodríguez y Rudy, en la que fue una mala decisión, ya que el Baskonia volvió a tomar ventajas importantes, aprovechando los constantes errores y las malas decisiones ofensivas de Carroll. Con 71-62 en el marcador con una pérdida de balón un tanto absurda del propio Carroll, el equipo vitoriano dejaba el partido prácticamente sentenciado, hasta llegar al 75-68 final y colocar una nueva victoria en el casillero baskonista.
En general, el Real Madrid ha mostrado un juego plagado de dudas, especialmente en el aspecto defensivo, siendo incapaces, en todo momento, de frenar el juego de bloqueos y continuaciones que acostumbra a realizar el Baskonia. En ataque, el equipo está muy perdido en conjunto, los sistemas no acaban de salir, y los jugadores interiores han estado totalmente desaparecidos, a excepción de Mirotic, que apareció más por búsqueda individual de su propio juego, que por acciones colectivas. Carlos Suárez no aportó prácticamente nada, Felipe Reyes no contribuyó como acostumbra a hacer en ataque y Jaycee Carroll jugó un muy mal partido. Tan solo Llull, con una serie de tiro perfecta, Velickovic con su reaparición, aunque con altibajos, y Rudy Fernández, demostraron ciertas posibilidades de liderar las acciones ofensivas del Madrid. Queda mucho por mejorar si este equipo quiere plantarle cara al Barcelona en la Supercopa de la próxima semana. Estaremos atentos.
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