Oda al baloncesto. El Maccabi de Tel Aviv se proclamó campeón de la Euroliga tras derrotar al Real Madrid en una final apoteósica que se decidió en la prórroga. Tyrese Rice volvió a ser el héroe de los israelís, que conquistaron la sexta Euroliga de su historia. El partidazo de Sergio Rodríguez no tuvo su recompensa y el conjunto blanco vuelve a quedarse a las puertas de la novena.
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| Foto: Euroliga |
Rudy Fernández abría la final con un triple que presagiaba un buen partido para el Madrid. Sin embargo, los hombres de David Blatt buscaron en la pintura a Schorstanitis y le dieron la vuelta al marcador ante el desconcierto blanco (9-13, min 5). Los de Pablo Laso abusaban del triple y eran intimidados en la pintura con los tapones de Tyus.
Los israelís parecían mantener el control del partido e incluso llevaban el tempo, pero entró Felipe Reyes y la dinámica se revertió. El ala-pívot contagió a sus compañeros la lucha y el sacrificio constante y el Madrid le dio la vuelta al marcador justo antes del término del primer cuarto (16-15).
Silencio, entra el Chacho
Tardó 10 minutos Pablo Laso en meter a Sergio Rodríguez pero cuando lo hizo el partido se rompió. El base canario empezó a mandar y el conjunto blanco bailó al ritmo que marcaba. Todas las jugadas pasaban por Rudy y Slaughter levantaba al Forum di Assago con un alley-oop espectacular (26-15, min 14). El Madrid parecía tener contra las cuerdas al conjunto israelí, que no encontraba a Sofo dentro y Rice estaba desenchufado.
Partido de garra
El coraje de Hickman y Blu mantenía a los de Tel Aviv en el partido, aunque la cuerda se iba tensando poco a poco. Felipe Reyes era una constante pesadilla para la defensa de los israelís, que veían como no podían hacer nada ante la capacidad de acaparar los rebotes ofensivos. La garra de los de Blatt les permitía irse al descanso con la moral alta gracias a un triple de Blu que dejaba el partido al rojo vivo (35-33).
Tras el descanso, los pupilos de Blatt seguían agresivos en defensa y confiados en ataque. Devin Smith y Schortsanitis le daban la vuelta al marcador rápidamente ante el delirio de la afición israelí desplazada a Milán (40-41, min 24).
Intercambio de canastas
Cada jugada era celebrada como si fuese la última. Bourossis asumía galones en ataque y Devin Smith respondía desde la línea de tres. El partido entraba en una fase de intercambio de canastas mientras el público iba viniéndose arriba. Sergio Rodríguez volvía a emerger como figura clave para dar una leve ventaja al Madrid antes del inicio del último cuarto (55-53).
El trabajo de toda una temporada se jugaba en los últimos 10 minutos. La afición del Maccabi seguía apretando mucho y el Forum di Assago parecía el Nokia Arena de Tel Aviv. Los nervios aparecían y cada acción se seleccionaba con minuciosa precisión.
Toma y daca
Sergio Rodríguez tenía el poder de decidir qué hacer y cómo hacerlo en cada jugada. Por él pasaban todos los balones del Madrid pero la defensa del Maccabi era asfixiante. En el otro bando, Tyrese Rice volvía a erigirse como líder en los momentos calientes y ponía a los suyos por delante (58-60, min 33).
El Madrid fuerza la prórroga
Era el momento de los grandes y no iban a decepcionar. Rudy Fernández no se escondía y asumía los galones en el ataque blanco junto a Nikola Mirotic. El marcador iba cambiando de dueño pero Tyrese Rice volvía a erigirse como líder en los momentos decisivos. Bouroussis empataba el partido a 73 y el Maccabi fallaba el tiro final. El partido se iba a la prórroga.
Los detalles deciden la Euroliga
Los errores en ataque, las imprecisiones y los nervios pasaron factura en la prórroga al Madrid, que fue incapaz de superar la defensa israelí. Los tiros libres de Rice y Hickman sentenciaron una final que se decidió en una prórroga de infarto.
El Maccabi conquistó su sexta Euroliga y David Blatt su primera como entrenador.
Intercambio de canastas
Cada jugada era celebrada como si fuese la última. Bourossis asumía galones en ataque y Devin Smith respondía desde la línea de tres. El partido entraba en una fase de intercambio de canastas mientras el público iba viniéndose arriba. Sergio Rodríguez volvía a emerger como figura clave para dar una leve ventaja al Madrid antes del inicio del último cuarto (55-53).
El trabajo de toda una temporada se jugaba en los últimos 10 minutos. La afición del Maccabi seguía apretando mucho y el Forum di Assago parecía el Nokia Arena de Tel Aviv. Los nervios aparecían y cada acción se seleccionaba con minuciosa precisión.
Toma y daca
Sergio Rodríguez tenía el poder de decidir qué hacer y cómo hacerlo en cada jugada. Por él pasaban todos los balones del Madrid pero la defensa del Maccabi era asfixiante. En el otro bando, Tyrese Rice volvía a erigirse como líder en los momentos calientes y ponía a los suyos por delante (58-60, min 33).
El Madrid fuerza la prórroga
Era el momento de los grandes y no iban a decepcionar. Rudy Fernández no se escondía y asumía los galones en el ataque blanco junto a Nikola Mirotic. El marcador iba cambiando de dueño pero Tyrese Rice volvía a erigirse como líder en los momentos decisivos. Bouroussis empataba el partido a 73 y el Maccabi fallaba el tiro final. El partido se iba a la prórroga.
Los detalles deciden la Euroliga
Los errores en ataque, las imprecisiones y los nervios pasaron factura en la prórroga al Madrid, que fue incapaz de superar la defensa israelí. Los tiros libres de Rice y Hickman sentenciaron una final que se decidió en una prórroga de infarto.
El Maccabi conquistó su sexta Euroliga y David Blatt su primera como entrenador.
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