El Valencia Basket golpea primero, y con contundencia (75-59)

Dominio de principio a fin del Valencia Basket. Si bien es cierto que la calidad del rival no invitó a relajo alguno, volvimos a ser testigos de la mejor versión de la escuadra naranja, quien supo exprimir al máximo todas sus armas, desplegando una defensa sin lagunas y un ataque suelto, fluido y lleno de desparpajo, que jugó sin complejos frente a un Khimki que fue durante los 40 minutos a remolque y que necesitará tirar de épica para darle la vuelta a una eliminatoria que ahora mismo está muy de cara para los valencianos.

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Haciendo valer su condición de local, el Valencia Basket empezó como un tiro, y sin miramiento alguno, se propuso (y con inmejorable resultado) tomar las riendas del partido desde los primeros compases. De la mano de un perímetro incisivo con Sato y Rafa Martínez como puntas de lanza, culminaban el buen hacer defensivo para poner tierra de por medio en el luminoso ante un Khimki que no conseguía respuesta alguna ante la embestida rival, teniendo las cosas muy complicadas ya una vez finalizado el primer cuarto. (28-12)

Pero como era de esperar, el conjunto ruso hizo acto de presencia, y aunque las distancias entre uno y otro aún eran notables, Kresimir Loncar lideraba a los suyos para meterse en vereda aprovechando el atasco ofensivo de los taronja, que veía como su adversario se entonaba con el paso de los minutos. Sin embargo, una vez ralentizado el ritmo de juego en la Fonteta, los de Perasovic seguían haciendo gala de su férreo trabajo atrás, e independientemente de no haber mostrado esa soltura y diversidad en ataque del primer período, daban buena cuenta de la pobre anotación de ambos equipos en este cuarto para continuar con una ventaja cómoda al llegar al descanso. (36-22)

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A la salida de los vestuarios, el Valencia Basket volvía a imponer su ley sobre la cancha. Apoyados en una labor coral excelente, volvía a poner tierra de por medio una vez volvía a irrumpir esa fluidez de la que se jactaban al inicio del encuentro, teniendo en esta ocasión a la pareja interior Doellman-Dubljevic como protagonistas y dejando a los de Rimas Kurtinaitis sin ideas para campear la tormenta que recaía sobre ellos. Todo ello hasta que el juego exterior de los visitantes entraba en escena para erradicar la creciente inspiración de Lafayette, donde prácticamente a base de triples avisaban de que la contienda aún no estaba lista para sentencia, manteniéndose con vida con 10 minutos por jugarse. (55-42)

Pero una vez más, eran los taronja quien daban un contundente golpe sobre la mesa, y dándoles de su propia medicina, hacían gala de su artillería dejándolos fuera de combate con un bombardeo desde la línea de 6'75 que volvía a revolucionar el choque. Fue entonces cuando los valencianos sacaban su lado más conservador, a la par que sólido, y es que ante las continuas acometidas de Popovic y Augustine, no quedaba otra que aguantar y mantener una diferencia que podía determinar la eliminatoria, por lo que se encomendaron nuevamente a la dupla Lafayette-Martínez para encarrilar el partido, hasta el punto de llevarse un triunfo con el que viajar a Rusia un poco más tranquilo (75-59).