Hace unos años, el brasileño Hilario era uno de los pívots con más potencia y más acierto en la pintura, pero la fascitis plantar que cada vez más asola a los grandes jugadores, hicieron que su rendimiento bajara. Su marcha de Denver a Washington tampoco ayudó.
Sin embargo, esta temporada quiere volver a promediar buenos números y mejorar los regulares 12,6 puntos y 6,7 rebotes en 27,2 minutos por encuentro de la temporada pasada. Randy Wittman, su entrenador, ha destacado la ambición con la que está trabajando.
“Lo está haciendo muy bien”, dijo Wittman. “Tiene una casa en Denver en la que ha pasado un tiempo. Era importante para él lograr que su cuerpo consiguiese volver a estar sano. No es tanto el que se esté buscando desarrollar su juego. Es importante que haga lo que tiene que hacer para que en septiembre esté listo. Lo está haciendo genial. Se ha sentido tan bien como no lo había hecho en tiempo“.
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