Historias del basket (I): Earl Maligault

Nacido el 7de septiembre de 1944 en Charleston, Carolina del Sur. Es apodado “The Goat” por sus siglas, The G.O.A.T: The Greatest Of All Time. Medía 1.85 metros, y aún así hacía unos mates espectaculares.

Grandes leyendas de la NBA como Kareem Abdul-Jabbar, le reconoció a Manigault como el mejor rival que ha tenido en toda su vida, a pesar de haber jugado contra rivales de la talla de Larry Bird, Wilt Chamberlain e incluso, contra su majestad del aire, Michael Jordan.

A pesar de haber nacido en Carolina del Sur, fue al Franklin high school, en Carolina del Norte y  fue expulsado de su colegio por el consumo de marihuana. Más tarde, fue a vivir con su madre y su 8 hermanos a Harlem. El mayor tiempo de su vida lo pasó en la calle, concretamente en Rucker Park, la cancha donde se hizo famoso.

Al terminar el colegio, recibió varias ofertas de universidades tan importantes como la de Duke o Carolina de Norte, pero dedició irse a la a la Johnson C. University. Esta universidad está caracterizada por tener especialmente a gente de tez morena.

Después de tener varios enfrentamientos con el entrenador de su equipo universitario, al de 6 meses tuvo que volver a Harlem.

Estando en Harlem, lógicamente volvió a Rucker Park, y se hizo más famoso de lo que ya era anteriormente. Se le conocía especialmente por su gran capacidad de salto y por sus grandes mates, e incluso tenía una jugada propia llamada el double-dunk o el doble mate. Esta jugada consistía en machacar el aro con la mano izquierda, para volver a coger el balón antes de que cayera con la derecha, y volver a introducirlo en la canasta.

Otra gran habilidad que tenía, como ya he dicho anteriormente, era el salto. Conseguía llegar a la parte superior del tablero, con sus 1.85 metros. En muchas ocasiones colocaban una moneda o un billete en ésa parte, apóstandose con él que no sería capaz de cogerla de un salto, si lo conseguía, se quedaba con el dinero.

Manigault tuvo muchos problemas alimenticios, ya que su familia era realmente pobre, y lo cual hizo que se convirtiera adicto a la heroína.

En 1969, fue acusado y enviado a prisión por posesión de drogas. Estuvo 16 meses encarcelado, y su vuelta a Rucker fue un grandísimo acontecimiento para todos los aficionados del streetball, y se dice que a sus partidos iban unas 10.000 personas.

Enganchado totalmente a la heroína, fue encarcelado de nuevo en 1977 por un atraco fallido en el que buscaba conseguir dinero con el que poder comprar droga. Pasó dos años más en prisión, período en el que luchó por no volver a probar la heroína nunca más.

Después de salir de prisión, no quiso volver a Harlem, porque no quería que sus hijos fueran lo que había sido él. Sin embargo, volvió a Harlem, pero no consiguió volver a ser lo que siempre había sido. Tras ser operado de gravedad de los problemas cardíacos que le crearon las drogas, comenzó a ayudar a otros jóvenes con problemas para que no cayeran en los mismos errores que el cometió.

En 1998, ya en un estado físico y de salud bastante malo, murió debido a un ataque al corazón. A pesar de ser toda una leyenda de las pistas callejeras, apenas unos pocos amigos, compañeros y contrincantes acudieron a su funeral.