No está al cien por cien físicamente. La mente de Ricky Rubio está puesta en los Wolves. Está concentrado en hacer una buena temporada con su escuadra. Considera que las nuevas incorporaciones han hecho subir bastantes enteros las posibilidades de la franquicia: "Hemos añadido jugadores veteranos que nos están guiando un poco. Además, hay jóvenes talentos, como Shved o Budinger. Hemos dado un salto de calidad en defensa, agresividad y ganas. Kirilenko es completísimo: no hace falta que anote para ayudar al grupo. Tiene mucha inteligencia en la cancha".
Hace pocos días, Kevin Love, el jugador más decisivo del equipo, se descolgó con unas declaraciones en las que dejaba entrever su malestar con la franquicia de Minnesota. Ricky no tuvo inconveniente en restar importancia al episodio y en alabarle. "Love es nuestro líder y tenemos que seguirle. Hace poco dijo que estaba enamorado de mí (risas). Desde el principio me ha dado muchas muestras de afecto. Es un honor que la estrella del equipo diga algo así de ti".
Sobre la selección española, Rubio tiene una espina clavada. "Fue duro no poder ir a los Juegos Olímpicos y tener que verlo desde la grada. Si las lesiones me respetan, estaré en el Eurobasket", relató. "La apuesta por la continuidad en el banquillo de la selección me parece un acierto", cerró.
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