Dicen que las historias, en la vida, se repiten. Cuando Howard llegó a la NBA y empezó a demostrar su poderío bajo los aros, su potencia, su capacidad atlética y su facilidad para superar a sus defensores, las comparaciones con O’Neal, el pívot más dominante de todos los tiempos, eran lógicas. Su sonrisa, constante tanto dentro como fuera de la cancha, fue relacionada con la de Shaq. Que su primer equipo fueran los Magic, era un calco a la carrera del “Artículo 34”.
El destino, quizás un guión prescrito, quizás la casualidad. Este verano llegó a Los Ángeles Dwight Howard. Uno de los jugadores más “showman” de la Liga (como lo fue O’Neal), que exhibe sus capacidades de baile en los All-Star y que siempre está haciendo bromas. Hollywood no le quedará grande a DH-12.
Su llegada al equipo púrpura y oro ha ilusionado a los aficionados más famosos de la Liga. La pareja que forma con Gasol puede ser brillante y temible. La visión de Nash puede hacerle mejorar como jugador, y si se compenetra con Kobe, pueden formar un dúo estelar.
Teniendo en cuenta que ha llegado a una plantilla nueva, con un entrenador nuevo para él y sale de una lesión de espalda muy larga, este inicio de campaña (sin contar el récord negativo de los Lakers), está siendo positiva para el ex de los Magic. Howard ha demostrado ya su potencial en la pintura, combinando bien con Pau y machacando el aro del Staples Center en cada acción.
En los 35 minutos de media que está jugando, el mejor "center" de la Liga promedia 23,3 puntos; captura 9,8 rebotes; reparte 2,3 asistencias y coloca 2,5 tapones por partido. Está muy por encima en el porcentaje de tiros de campo (un 68%, muy superior al 58% de media de su carrera) aunque tímidamente peor en los tiros libres (un 51% frente al 58% de su carrera). Sin embargo, en la estadística exclusiva de la NBA (parecido al de la valoración en la ACB), Howard suma un +25 de media.
Howard parece haberse adaptado fácil a la ciudad angelina, a todo lo que conlleva ser un "laker" y a su rol dentro del equipo: ser la segunda opción en ataque e incluso la primera si Kobe se lo permite. La historia de Howard en los Ángeles acaba de comenzar. Veremos si quiere ser el jugador franquicia cuando se vaya Kobe o si se irá este año a Brooklyn.
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