Sabíamos que el fichaje de Jaycee Carroll por el Madrid era una apuesta segura, ya que se trataba de un jugador que durante dos años había liderado la anotación de la Liga ACB en el Gran Canaria, demostrando una capacidad ofensiva sobresaliente. Pero ayer quedó claro que Jaycee Carroll es un jugador valiente, con una efectividad mayúscula y con muchas ganas de triunfar. El Real Madrid consiguió derrotar al Barcelona en la final de la Copa del Rey con dos jugadores aportando por encima del resto en el plano ofensivo, Sergio Llull y Jaycee Carroll. Ambos superaron la barrera de los 20 puntos, con 23 y 22 respectivamente, logrando romper el partido en el momento clave, cuando el Barcelona apretaba y los blancos necesitaban estirarse en el marcador. Carroll consiguió toda su puntuación en un total de 18 minutos, demostrando que es capaz de dominar un partido con una participación media de minutos disputados, reaccionando bien y con garantías al rol que Pablo Laso le ha otorgado en una plantilla en la que todos los jugadores son capaces de sumar. Carroll ha conseguido cumplir con un papel establecido desde el principio de temporada, como secundario fundamental en un Madrid que necesitaba devolver la alegría a una afición acostumbrada a ver pasar jugadores sin pena ni gloria durante los últimos años. Desde Louis Bullock, ningún talento ofensivo de ese nivel había recalado en el Madrid, un jugador capaz de dominar un partido complicado y de anotar en momentos importantes, pero ayer quedó demostrado que Carroll si ha sido un acierto de la dirección deportiva del club madridista. En un momento de madurez personal y profesional, el escolta madridista ha conseguido ayudar de forma crucial al equipo para conseguir un título que no llegaba a la sala de trofeos merengue desde el año 1993.
Carroll entró en pista cuando ya se habían disputado aproximadamente 15 minutos de juego. Siempre es complicado entrar en un partido cuando la mayoría de los compañeros ya están metidos en la disputa, y más en toda una final de este nivel, empezando desde cero cuando el reloj marca 5 minutos de tiempo para el descanso. Pero eso no le importa a Carroll, es más, parece que le resulta beneficioso, como ha venido demostrando a lo largo de toda la temporada. El jugador comenzó buscando sus tiros, sin lograr ver el aro rival, cortando por línea de fondo constantemente como nos suele tener acostumbrados, en la famosa jugada denominada "vueltas". El momento de Carroll llegó en la segunda mitad; el escolta madridista empezó a anotar en momentos decisivos, logrando triples y canastas importantes que mantenían e incrementaban la ventaja madridista en el marcador. Cuando los barcelonistas se colocaron a un punto (51-52), Carroll apareció con un 2+1 y con un triple para devolver la tranquilidad a su equipo, controlando el juego ofensivo de los suyos y asumiendo toda la responsabilidad. Ahí es donde se demuestra que jugadores son los llamados a liderar un proyecto ganador. En el momento en el que el Madrid empezó a sentenciar el partido, el propio Carroll consiguió anotar una canasta y dos triples que dispararon al Madrid con una ventaja por 56-73, dejando la final prácticamente sentenciada, en lo que estaba siendo un verdadero partidazo del equipo de Laso y, en especial, de Jaycee Carroll. El propio Carroll consiguió taponar un lanzamiento de tres puntos de Navarro, algo sin duda sintomático en una final de claro color madridista.
El norteamericano se doctoró ayer en nuestra liga, consiguiendo su primer título con el Madrid, logrando demostrar cuales son sus mayores virtudes y la capacidad de anotación que puede tener en cualquier momento decisivo. Carroll se ha ganado la confianza de todos los madridistas gracias a una Copa del Rey en la que ha conseguido lo que todos esperaban, decidir partidos en los momentos clave con sus lanzamientos exteriores y su velocidad y explosividad en el juego individual. El Madrid está de enhorabuena, Jaycee Carroll cumple con su papel.
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