Barça y Madrid llegaban a Bilbao sabiendo que su duelo no era un simple partido de pretemporada más. Un clásico siempre es un clásico. Con la baja de Rudy, el Madrid pretendía plantar cara al actual campeón de liga y copa sin su principal estrella, mientras que los culés llegaban al partido con la evidente etiqueta de favoritos para todo. El partido comenzó con el Barça realizando ataques cómodos y sencillos, anotando con facilidad, y con el Madrid sufriendo para conseguir lanzamientos a canasta, encomendándose a las acciones individuales de Llull o Pocius, jugador este último que comenzó muy enchufado. El Barça, de la mano de un buen Huertas, conseguía sus primeras ventajas, apoyándose en los huecos que Navarro empezaba a fabricar en cada ataque. El primer cuarto concluía con 8 puntos de ventaja para el equipo catalán, logrando además mandar a los hombres interiores blancos, Begic y Tomic, al banquillo con 2 personales cada uno.
El segundo periodo se iniciaba con el Madrid recuperando el balón y anotando al contragolpe, justo el juego que Laso pretende implantar en el equipo. Aún así, el Barça, gracias al trabajo de jugadores como Wallace o Eidson, mantenía sus ventajas en torno a los 8 puntos. Incluso superó la barrera de los 10 puntos con un lanzamiento exterior de Ingles, que se sumaba al acierto ofensivo del equipo. Carroll no aparecía por parte del Madrid, y los ataques de los merengues seguían resolviéndose gracias a jugadas individuales. La defensa del Barça obligaba a los blancos a jugar posesiones largas, y la aportación de hombres clave como Tomic era prácticamente nula. El croata anotaba sus primeros puntos mediado el segundo periodo. Marcelinho Huertas controlaba el ritmo de juego, y el Barça seguía manteniendo las distancias, a pesar de que su gran anotador, Navarro, no había visto todavía aro. El Madrid empezaba a meterse de lleno en el partido incrementando su nivel defensivo, y dos acciones positivas, culminadas con una bandeja de Carroll, ponían a los de Laso a tan solo 5 puntos (33-28). Pascual pedía tiempo muerto y el Barça volvía a anotar, pero el Madrid seguía en pleno crecimiento defensivo, y gracias a un triple de Llull en la última jugada, el partido se iba al descanso más igualado que nunca, con un 35-33 que dejaba por delante una gran segunda parte por disputar.
La segunda parte se iniciaba con Tomic machacando el aro y empatando el partido, aunque Ndong volvía a poner rápido a los suyos por delante. Suárez llevaba al Madrid a su primera ventaja con un triple (37-38), dejando claro que el partido se iba a disputar hasta el final. Las ventajas empezaban a ser cortas, el partido estaba cada vez más igualado, y el Madrid comenzaba a encontrar el acierto ofensivo de la mano de un gran Pocius. El Barça, por su parte, veía como sus ataques cada vez eran más confusos, gracias a una gran defensa merengue, y fruto de esa presión defensiva llegaron los desajustes en el juego ofensivo culé que propiciaron que el Madrid, con un triple de Carroll, tomara una ventaja considerable (46-53). Eran los mejores minutos del Madrid, que llevaron a los blancos a terminar el tercer periodo con una ventaja de 6 puntos, con un 52-58 en el marcador.
El último periodo prometía emoción, como no podía ser de otro modo. Navarro anotaba tras una pérdida de balón de Rodríguez, y posteriormente repetía anotación
con una bandeja a la contra que colocaba a los suyos a tan solo 2 puntos (56-58). Carroll respondía con un triple, pero Navarro continuaba tomando la responsabilidad ofensiva del equipo de Xavi Pascual. Ambos equipos comenzaban a batallar al máximo nivel, Begic anotaba tras una gran jugada individual y mantenía al Madrid por delante en el marcador (60-65). Pero ahí concluyó el acierto ofensivo del equipo blanco, y el Barça se puso las pilas para llevar el partido a su terreno. Con empate se llegó a los últimos 2:30 minutos, y era ese momento en el cual Navarro desequilibraba el choque. El Barça supo aprovechar mejor sus opciones, y el Madrid se desinfló en ataque, hasta llegar al 74-70 final, que coloca a los culés en la finalísima de la Supercopa ante el Baskonia. Los mejores del partido, por parte del Madrid, Carroll y Pocius, y por parte del Barça, Navarro y Lorbek.
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