El
partido de anoche en el TD Garden de Boston no era uno más.
Les visitaban los Wolves, lo que suponía que Kevin Garnett podía visitar la que había sido su casa durante seis
temporadas por última vez. Por esta razón, el público no quiso olvidarse de un jugador que les llevó a ganar
el anillo y homenajeó a Garnett.
Foto: Sports Illustrated
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Garnett volvía a Boston
después de abandonarla para irse a Brooklyn como paso previo a volver a jugar
en Minnesota. Pero en Boston alcanzó la
gloria en 2008, junto a Paul Pierce y Ray Allen.
El
público del Garden gritaba “¡Queremos a KG, queremos a KG!”
y Garnett, agradecido, declaraba al final del encuentro “Creo que siempre voy a
tener esta reacción aquí, Boston siempre
ha sido especial para y probablemente lo será siempre”.
“A pesar de que el resultado no ha sido el que yo quería, ha sido un buen regreso a casa. Me siento muy bien por estar en este pabellón. Se hace difícil entrar y jugar aquí. No solo es el reconocimiento de la ciudad, sino el amor incondicional que siempre me ha dado” apuntillaba Garnett.
Garnett jugó 396 con la franquicia de los Celtics, donde estuvo entre 2006 y 2013, consiguiendo un anillo, el de 2008 ante los Lakers.
“Mi paso por los Celtics significó
todo” declaró Garnett. “Me gustaría decir que Minnesota me hizo un hombre joven y que crecí cuando llegué a Boston.
Aprendí mucho en Minnesota y lo apliqué aquí. Guardo grandes recuerdos”.