Respondiendo preguntas sobre el triangulo

Hacía ya varios años que no se tenía presente el triángulo ofensivo. Phil Jackson dejó los banquillos en 2011 y con su retirada se llevó dicho sistema. No obstante, ahora vuelve (aunque desde el despacho) y sus Knicks han de poner en practica este sistema.

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¿Qué es el triángulo ofensivo?

Para comenzar, debemos de empezar por el principio. La pregunta más simple de todas y, quizás, la más difícil a la hora de responder y es que este es fácil de poner en práctica pero complicado de explicar. Hablando rápido y yendo a lo básico podemos decir que es un sistema en el que; a base de pases y cortes, se crean situaciones en las que se forman dichas figuras geométricas gracias a un interior que se sitúa en el poste y a dos jugadores exteriores que harían de las demás aristas. Tex Winter fue el creador y Phil Jackson quien lo hizo famoso. El segundo lo describe como el "tai-chi de los cinco hombres en el que se intenta desequilibrar la defensa".

¿Qué crea el triángulo ofensivo?

Los Knicks cuentan con tiradores que pueden resultar letales desde el perímetro y, este sistema les facilitará mucho la labor. Como ya vimos a Gasol en los Lakers del Maestro Zen, el IQ de los pívots neoyorquinos se acentuará gracias a las situaciones de dentro-fuera. Estos moldearán mucha bola pero no siempre será el aro lo que se buscará; centrando en ellos la defensa es más fácil ver a sus compañeros abiertos y esto es un punto a favor para Carmelo Anthony y compañía. En este inicio de pretemporada ya hemos visto como el propio Melo y Stoudemire han sabido conectarse con sus compañeros a pesar de que esto no es una de sus cualidades más destacables. 

¿Qué se necesita para ponerlo en práctica?

Probablemente, el que Derek Fisher imponga en su equipo será el sistema de juego que requiera de más inteligencia en toda la NBA junto al de los Spurs. Como en Bulls y Lakers, es necesario una estrella que sea capaz de anotar de cualquier manera (ya sea penetrando, desde el poste o desde el perímetro) y este es Anthony. Este necesita a un compañero con presencia en la pintura, jugadores con energía que sean capaces de aprovechar cada espacio (y crearlo gracias al movimiento sin balón) y un base que tenga suficiente inteligencia como para leer cada opción y elegir la mejor en cada jugada. 

No hay nada previamente preparado, esto puede llevar a cualquier equipo a la victoria gracias a dos cosas: saber leer situaciones y tiempo para perfeccionarlo. Nada de jugadas, nada de baloncesto ya regido; todo se basa en buscar la manera de hacer daño al rival. El nosotros por encima del yo y el cerebro por encima de la pizarra.

¿A quién beneficia el triángulo ofensivo?

Sería demasiado obvio (por llamarlo de alguna manera) el afirmar que a todo el equipo. Siendo sinceros, podemos esperar un paso adelante de Carmelo. Y es que ya no serán tan frecuentes los aclarados mientras que sí podrá lanzar a canasta con más comodidad. 

Otro al que el triángulo hará un favor es a Iman Shumpert. El escolta era, para Mike Woodson, poco más que un arma defensiva y su confianza en sí mismo se había esfumado. No obstante, ahora tendrá la misma importancia en ataque que todos sus demás compañeros y, además, se ajusta perfectamente al molde de escolta perfecto para este; es atlético, buen tirador y poco egoísta. 

No podemos olvidarnos de los interiores. Como ya hemos apuntado, estos amasarán mucho balón por lo que su relevancia es vital. Veremos si Bargnani, Stoudemire y compañía son capaces de desarrollar su capacidad para leer las situaciones.

¿Se adaptará Calderón al triángulo ofensivo?

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Esta cuestión quizás sobre. Todos conocemos al base extremeño y todos sabemos que José Manuel es, siempre, el jugador más inteligente sobre la cancha. El mismo se define como un "base de primer pase" lo cual es muy positivo para poner esto en marcha. Sin duda podemos afirmar que se adaptará (si no lo ha hecho ya) e incluso podemos ir más lejos diciendo que lo hará suyo elevando el rendimiento de todos sus compañeros gracias a su enorme visión de juego. Compartirá posición con un Prigioni que cuenta con características muy similares a las suyas y Derek Fisher también era, como ellos, todo un organizador. Nadie mejor que él para los nuevos Knicks.

¿Es Derek Fisher una buena elección?

Derek ha sido, durante toda su carrera, un court-general. Como base era de esos que se dedicaban a sus labores con empeño pero sin hacer excesivo ruido. Se sacrificaba en defensa y trataba de ser una extensión del entrenador sobre el parqué, siendo durante 10 años pupilo de Phil Jackson. Este quería que el triángulo volviera a la NBA y él mismo eligió a un Fisher que conoce todos sus secretos como nadie. Como entrenador, a pesar de ser novato, cuenta con la experiencia de haber sido siempre un enorme comunicador con carisma de líder pero sin demasiado ego. Todo lo dice el hecho de que un tipo difícil de tratar como es Kobe Bryant hable de él como el mejor compañero que ha tenido.

El tiempo dirá si la respuesta es afirmativa o no, pero cuenta con los precedentes suficientes para, al menos, contar con la confianza de sus seguidores en este comienzo.

¿Es el triángulo ofensivo la clave del éxito?

A Jackson le dio 11 anillos (6 en los Bulls y 5 en los Lakers) pero no podemos darle todo el mérito a este sistema. Obviamente, su parte de culpa tiene, pero, como ya hemos dicho, la inteligencia siempre tendrá protagonismo aquí, por lo que sus jugadores siempre tendrán relevancia. No podemos anteponer el triángulo a otros modos de juego. Es el elegido en Nueva York pero no por eso es mejor que, por ejemplo, el de los Bulls de Thiboideau. Para que los Knicks lleguen al éxito tendrán que funcionar muchos factores; Fisher ha de despejar todas las dudas y confirmarse como un buen entrenador, sus jugadores han de tener la actitud necesaria, las piezas deben de ser las mejores posibles y las más inteligentes. Implantarlo no asegura el oro, pero si todo sale bien (cosa que en NY no suele darse) facilitará mucho el trabajo.

Tiempo es la palabra clave. Este proyecto ha puesto sus pilares fijándose en el glorioso pasado de uno de los mejores entrenadores de la historia. Con paciencia, trabajo y buenas decisiones podríamos decir que los Knicks han vuelto, pero todo esto son, aún, simples suposiciones.

¿Moda o necesidad?

Este verano hemos visto imágenes de tres de las estrellas que más brillan en el mundo del baloncesto en las que podemos apreciar cambios físicos bastante notorios y es que Wade, Anthony y James han perdido peso.

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Con la temporada ya finalizada, a los jugadores que no disputarían el Mundial de España les tocaba descansar, meditar y/o prepararse para la vuelta al trabajo. Muchos son los que se centran en ganar peso a base de gimnasio, otros apuestan por desarrollar aspectos técnicos de su juego, pero todos buscan lo mismo; ser aún mejores. Sin embargo... ¿qué faceta puede enriquecer un crack total como LeBron James?

LeBron y su vuelta a casa

En su caso, a pesar de que no nos cabe duda de que su esfuerzo y dedicación por ser el mejor ha sido siempre inimitable, su cambio físico ha sido debido a una intención por adaptarse a las necesidades de su equipo y no por seguir creciendo. Con carreras largas y una dieta basada en hidratos de carbono, James logró parecer mucho más delgado. Algunos pensaban que se había dejado ir tras la derrota en la final, otros que ésta le había afectado mentalmente, pero nada más lejos de la realidad. Su hambre de ganar, su ambición, sigue intacta, pero ahora el reto es muy distinto. 

Sí es cierto que sigue siendo el líder de un conjunto temible, pero no sólo es diferente su ciudad, las piezas que le acompañan también lo son. En Florida, el que llevase el 6 en la espalda jugando para los Heat era el ala-pívot titular del equipo, siendo el que más rebotes atrapara de un bloque que cojeaba en este aspecto. Ahora, en el lugar donde nació, jugará más alejado del aro y con una presencia en la zona más instantánea; sólo para hacer daño a base de penetraciones y no con un juego de espaldas al aro que en Miami llevó hasta su punto más alto gracias a su movimiento de pies, su tiro y su musculatura. La velocidad y la potencia de su juego volverán a ser fundamentales para él y sus compañeros. LeBron vuelve a Cleveland para ser lo que ya fue allí, un alero imparable.

Wade no quiere ser viejo

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En South Beach dejó a sus antiguos compañeros. Ahora, Wade continúa su camino allí, en Miami, vistiendo la camiseta con la que ha logrado 3 anillos. Pero no todos son luces y él lo sabe. Su desaparición en las pasadas finales ante los Spurs ha sido criticada duramente. El escolta ya no es tan enérgico como antaño, su juego ha cambiado y ya la velocidad por la que destacaba es mucho más reducida. Dwayne quiere que la dinastía siga su curso en la ciudad que él mismo ha llamado "hogar" y para ello se ha aplicado en tareas que le quiten peso a sus rodillas con las que ya ha tenido problemas. Flash, a sus 32 años, ha entendido que la edad no perdona y que si quiere mantenerse arriba sin LeBron James ha de volver a brillar.

Melo quiere su anillo

La Conferencia Este parece tambalearse. Ya hemos visto cómo los Heat han perdido poder con la salida de LJ y cómo los Cavs han hecho, precisamente, todo lo contrario. No obstante, en la capital mundial, a pesar de haber conseguido mantener a Carmelo Anthony, no se sabe qué esperar para la próxima temporada. Lo que si está claro es que la estrella quiere ganar y confía en este proyecto. Tanto es así que ha dedicado sus vacaciones a ponerse en forma. 

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El neoyorquino es ambicioso y lo dejó claro en la pasada agencia libre; para ello tendrá que ajustarse a un sistema de juego que cuenta con 11 anillos en su haber. El famoso triángulo hizo grandes a Kobe Bryant y Michael Jordan y ambos contaban con presencia interior clara (Shaquille O'Neal y Gasol en el caso del de los Lakers y Horace Grant y Dennis Rodman en el de MJ). Ahora, Carmelo parece que, tras haber jugado más como 4 que como 3 en la pasada campaña, tendrá que volver al perímetro y dejar la zona para Stoudemire y compañía. Además, para el próximo verano todo indica a que los Knicks irían a por un gran hombre (probablemente Marc Gasol). El Melo más delgado busca hacer suya la estructura ofensiva en la que jugará como alero y principal referente, siendo clave  la rapidez de sus movimientos  para encontrar tiros fáciles.

Estos casos son ejemplos perfectos de profesionalidad y es que, el dicho popular que reza "quien algo quiere, algo le cuesta" es fácilmente aplicable a estas estrellas que para conseguir (o volver a hacerlo) la gloria han obligado a sus cuerpos a evolucionar. Wade, LeBron y Carmelo se han adaptado a sus necesidades. Ahora se acerca el momento de descubrir si todo esto fue en vano.

La mudanza de la ilusión

Una de las selecciones más débiles del Mundial se encomienda en un jugador para mostrar un buen papel. La historia de este jugador es tan curiosa como esperanzadora para los filipinos.

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Siendo el sexto hombre de los Nets, Blatche ha sido uno de los hombres clave para el funcionamiento de los neoyorquinos en las últimas dos campañas. Nacido en Nueva York, el interior nunca había sido una estrella sino, más bien, un jugador del montón que buscaba su oportunidad y en Brooklyn la encontró. A pesar de no haber tenido su mejor campaña estadísticamente hablando, Andray ha sido parte de una plantilla sólida, además de compartir vestuario con alguien de quien ha tenido la oportunidad de aprender a base de bien; Kevin Garnett. 

No obstante, si bien tuvo importancia para los de negro, lejos estaba de la "primera clase" de un equipo repleto de jugadores de élite. Deron Williams, Joe Johnson, Garnett y Pierce se encontraban un peldaño por encima del jugador del que hablamos. Hoy, Andray Blatche busca equipo, pero si leen su nombre en cualquier suceso de actualidad lo más probable es que sea debido al Mundial que en estos días tendrá lugar aquí, en España. Y no, no es parte del Team USA. De hecho él era consciente de que no lo sería. No entraba en los planes de una selección que busca una juventud de la que carece.

En el pasado mes de febrero, varios medios hacían pública una noticia que, como vulgarmente se suele decir, olía a humo. Como tantos supuestos fichajes fallidos, ahora era un tema nacional (eso sí, en Filipinas). Que la selección de dicho país asiático tuviera en su lista a JaVale McGee y a Andray Blatche nos sorprendió a todos e incluso me atrevo a decir que a ellos también. Sin tener conexión con la nación filipina, ambos jugadores mostraban orgullo por el interés, pero para poder defender la camiseta de un combinado nacional no sólo hace falta una convocatoria; tu documentación debe darte la aprobación para continuar tu camino. Sobra decir que ninguno de estos dos jugadores de la NBA tenían el carné filipino.

Posteriormente, con el paso del tiempo, el nombre de McGee se borró de los titulares que ahora acaparaba Dray. Y ustedes pensarán; con todos los jugadores que esta selección tenía la opción de "fichar", ¿por qué Blatche? Que lo explique con sus propias palabras Chot Reyes, el seleccionador filipino. "Porque sólo él nos dijo que sí."

Su nacionalización se hizo un tema de Estado. Tanto es así, que se sometió a votación en el senado del país. ¿El resultado? 20 votos a favor y 0 en contra. El neoyorquino ya era, en el mes de junio, uno entre casi 100.000.000 de habitantes. "Soy medio filipino" declaraba el jugador, con la ilusión de poder disputar al fin un campeonato oficial en temporada estival.

Foto: balondeplatino.com

Que iba a entrar (como finalmente ha hecho) entre los seleccionados para formar parte del equipo nacional para el Mundial era algo que se daba por hecho, pero todo este asunto va mucho más allá. No es simplemente una nacionalización de un estadounidense que quiere jugar con una selección; es la mera imagen de la ilusión y la esperanza de un país. Gilas Filipinas se clasificó para este Mundobasket desatando la locura entre los seguidores del baloncesto de esa nación. La figura de Blatche no es sólo una estrella a la que idolatrar, ahora Andray tiene puestos sobre él los ojos de millones de personas que viven este deporte con una pasión y una entrega poco vistas.

Hoy era el estreno de este campeonato y el primer partido lo disputaban los de Chot Reyes ante uno de los equipos más fuertes del torneo; Croacia. Sin miedo y con alrededor de 2000 gargantas prestándole su aliento, la sorpresa estuvo a punto de darse. El partido se resolvió en la prórroga y el apretado resultado (81-78) lo dice todo. Cabe decir que Andray Blatche fue el mejor jugador del partido con 28 puntos y 11 rebotes; quien hoy desata a millones de filipinos hace tan sólo unos meses era un jugador más de la NBA. Blatche ha hecho una mudanza que siembra esperanza.