En partido muy físico y con el dominio casi hegemónico de Lituania, el combinado nacional se impuso casi en el último suspiro a un equipo sólido como demostró ayer. El desacierto de cara al aro fue lo que más lastró al equipo de Alejandro Martínez.
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Con el plato fuerte del día y el liderato del grupo en juego, Lituania y España se medían las fuerzas con la atenta mirada de un considerable número de aficionados en las gradas. En los primeros instantes del juego lo colectivo se imponía a las individualidades y era el sistema defensivo lo que marcaba el partido. Ehigiator se convertía en un dolor de cabeza para los lituanos, pero pronto se cargaba de faltas, siendo aprovechado por los lituanos para arremeter contra el aro. Con el marcador muy parejo, ni las incursiones de Sergi Martínez rompían el entramado de ayudas formado por el rival. Velicka aprovechaba la entrada del jovencísimo Alocén para endosar un amplio parcial que obligaba a Martínez a parar el encuentro. No sirvió de mucho lo dicho en el tiempo muerto y entre el mencionado Velicka y Uleckas se marchaban 18 a 9 al fin del primer periodo.
Lituania ponía la directa, con superioridad en el rebote y cerrando líneas, lo que ahogaba el ataque nacional. Los pupilos de Gediminas encontraban constantemente una situación de ventaja en el simple movimiento del balón a lo largo de la línea exterior y por consecuencia, anotando. Las diferencias se asentaban, unido al endurecimiento del juego en donde Martínez atraía a todos los defensas lituanos. Mal cuarto del combinado nacional que se veía superado una y otra vez por sus rivales de grupo ante la falta de acierto de Busquets o Carrasco.
Tras la reanudación, España renacía de sus cenizas para por fin engancharse al partido y poner en aprietos a Velicka y compañía. La selección española seguía sin encontrar buenas situaciones en ataque, aunque era capaz de sacar petróleo de jugadas considerablemente complejas. El cerrojo estaba puesto y aquí España se encontraba en su salsa acrecentado por el bajón en intensidad de los verdes. Este era el momento de resurgimiento de la selección española, que se iba al final del tercer tiempo perdiendo 47 a 45.
Con todo por decidir, España afrontaba con decisión el periodo final, luchando contra la persistencia de Velicka que con su consumo del balón arrastraba toda la defensa como ayer nos comentaba. Martínez tomaba las riendas del partido con una cantidad ingente de rebotes, tanto ofensivos como defensivos, alcanzando el doble-doble rápidamente. Mediado este cuarto, España volvía a liderar el partido desde que lo hiciera al principio de este gracias a la fantástica actuación de Ehigiator. A base de correr y con McCarthy en cancha, Lituania se veía superada y se cerraba en el interior de la zona, cometiendo numerosas faltas. Miguel González daba alas a España y le hacía creer en la victoria. La tensión se palpaba en el ambiente, la última posesión en manos de Lituania que por fortuna desaprovechó pisando fuera cuando todo parecía indicar que podían tirar. Tras el apretado final, España sacaba una trabajada victoria ante su público que le pone como líder de grupo con un resultado de 61 a 65.
Sergi Martínez: "Nuestra meta es ser primeros"
Como en la jornada de ayer, tuvimos la suerte y el privilegio de compartir unas palabras con uno de los hombres del partido. En el día de hoy hablamos con el jugador del FC Barcelona, Sergi Martinez que nos dejó unas declaraciones que reflejan su carácter en la pista: "nuestra meta es ser primeros"  |
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Contra todo pronóstico y más después de la jornada de ayer, el Argentina – Malí fue una demostración de personalidad y valentía acometida por el combinado africano. Estos consiguieron dominar el tempo del partido durante gran parte de este a pesar de la igualdad que caracterizó al primer cuarto. Haidara volvía a ser el gran líder de Malí tanto en anotación como en juego, mientras López mantenía con vida a la ambiceleste. El homogéneo conjunto africano encaraba el último y definitivo cuarto con la esperanza de preservar lo conseguido. Por su parte, Argentina se enganchaba al partido y dejaba un marcador apretado para los dos minutos finales. Coulibaly echaba mano de su tesón para cerrar la primera victoria de Malí por 56 a 47, dejando en una situación límite a Argentina.
La gran favorita, Estados Unidos, se medía contra uno de los aspirantes a ser la revelación del campeonato, Turquía. Los europeos planteaban una zona con la idea de frenar en ritmo y acierto a los americanos que surtía efecto gracias al poderío de Duran. La superioridad física de Carter hacía mella en las aspiraciones de Turquía, que se encomendaba a Bitim para hacer lo imposible. El pabellón zaragozano enloquecía con los pasos no pitados a los americanos mientras estos ponían la directa al término del primer asalto. Los turcos aguantaban con dignidad sostenidos en parte gracias a los fallos en tiros liberados. Carter rompía una y otra vez la zona de Eibas, esto unido a la zona press americana hacía presagiar una cómoda victoria.
La valiente Turquía seguía fiel a la zona con la intención de provocar un descenso de ritmo e imaginación en los americanos, un hecho que sólo se materializaba en momentos puntuales. Cuando Showalter ponía a su quinteto de lujo, con Knox II, Carter Jr y Howard cualquier intento de frenarles era en vano. Un encuentro de alta intensidad en el que USA Basketball no jugó cómodo a pesar del resultado final, 66 a 84.
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