Llega la noche que todos los equipos de la NBA
ansían. La noche en la que se desatan con la fiereza de unos rápidos los
traspasos, las negociaciones a toda velocidad mientras el reloj empieza a
contar los segundos hasta que el equipo respectivo tenga que hacer su
selección. Los abucheos, los aplausos, los gritos y el jaleo cada vez que el
Comisionado, este año Adam Silver, anuncia cada uno de los nombres elegidos
para jugar en la gran Liga y dar el salto. La noche del Draft.
Y Charlotte la contempla no solo como otra
oportunidad más de añadir a un buen jugador, quizás dos en virtud a ese número
24 por gracia de un traspaso con Portland, sino como el día en el cuál puede
apartar definitivamente su sambenito de equipo mal llevado y que el nombre de “Bobcats”
dé paso a los Hornets con una perspectiva de futuro mucho más luminosa. Agentes
libres o traspasos utilizando los múltiples recursos almacenados en “Stock”,
más allá de los intocables Kemba Walker y Al Jefferson, los caminos hacia la gloria son múltiples
pero, salvo sorpresa en forma de gran traspaso, también pasan por una buena
elección hoy.
En este breve artículo plantearemos las tres
opciones que más han sonado para Charlotte en la noche de hoy, haremos un breve
análisis de las mismas y concluiremos haciendo un balance crítico de lo que
podría ocurrir:
Gary Harris: el escolta de Michigan State es el
claro favorito para ser elegido por los Hornets dado lo que pega tanto con el
entrenador como con los parámetros del GM, Rich Cho, y la cultura de defensa y
esfuerzo que se ha instalado en la plantilla. Harris es un jugador preparado ya
para dar el salto de la NBA, un líder natural y buen tirador y defensa en la NCAA,
lo que en un principio lo haría perfecto para ocupar el puesto en el que Gerald
Henderson ha decepcionado. Sin embargo, e igual que pasa con otros jugadores de
más nombre como Julius Randle, hay miedo con su estatura y envergadura,
virtudes que no se pueden enseñar y que en la muy física NBA pueden suponerle
un contrapeso demasiado importante para anotar o defender con la misma
efectividad.
Nik Stauskas: la segunda opción en el puesto de
escolta sería el jugador de herencia lituana. Cumple con los requisitos
exigidos para mejorar un área de debilidad enorme del equipo (Es el mejor
tirador puro del Draft) y aparte de alto ha demostrado que puede manejar el
balón bien, amén de echarse un equipo a la espalda. Aquí los problemas vienen
con su defensa y su capacidad de igualar en velocidad a los rapidísimos
escoltas que le driblen, así como armar su tiro (muy rápido, eso sí) frente a
defensas más intensas que la NCAA.
Doug McDermott: experiencia, liderazgo y tiro
asegurados con el ala-pívot de Creighton, que cierra 4 años gloriosos en su
Universidad con una gran posibilidad de entrar en el Top-14 o “Lottery” de este
Draft. Los tres factores antaño mencionados harían que fuera prácticamente
imposible que los Hornets lo descartaran pero existen serias dudas sobre cómo
va a cambiar su juego desde la NCAA, donde era bajito para su posición pero
buen tirador, no excesivamente lento y con buen físico, hasta la NBA, donde su
estatura es ínfima para ser un “Power-Forward”, salvo que desarrolle una gran
velocidad y pueda imitar el rol de LeBron en los Heat, por ejemplo. De nuevo
problemas de estatura y de indefinición de la posición que pueden echar hacia
atrás a los equipos tras fiascos como Adam Morrison, Derrick Williams o Michael
Beasley.
3 nombres que suenan con más fuerza y luego otra
serie de opciones, como James Young, Elfrid Payton, Adreian Payne, Rodney Hood
o una hipotética caída hasta esa elección número 9, de Julius Randle. Esta
noche todas las dudas se despejarán, y veremos si ese “pick” se utiliza en un
traspaso o para mejorar al equipo vía jugador joven, competente y barato. Los
Hornets se han puesto en modo “Ganar ya” por lo que todo indica que competirán
por algún gran jugador en la Agencia Libre, buscarán apropiarse de otro
descontento o en algún equipo en plena reconstrucción mediante traspasos y
elegirán al jugador que esté más preparado para dar el salto a la NBA.
Desde el punto de vista de este autor la elección
más probable es la de Gary Harris, dados todos los factores mencionados antes y
que parece ajustarse con suavidad al sistema de Clifford. En su contra el hecho
de que el “Backcourt” con Kemba Walker sería muy bajito y podría verse superado
con facilidad por muchos anotadores, aún con la buena defensa de Michael
Kidd-Gilchrist para llegar a las ayudas. Mi favorito es Nik Stauskas, pero solo
esta noche podremos saber con seguridad qué camino se elige.
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