El Maccabi de Tel Aviv se clasificó para la final de la Final Four tras derrotar en el primer partido de semifinales a un CSKA que tuvo el partido en sus manos y lo dejó escapar. Rice fue el artífice de una gesta histórica con un último cuarto brillante.
Foto: euroleague.net |
Los primeros compases de partido presagiaban una batalla de gladiadores. Lucha encarnizada en el rebote y contraataques a la mínima que había oportunidad. Los de Ettore Messina arrancaban como un tiro de la mano de un Sasha Kaun muy inspirado (12-4, min 4). Tyus era incapaz de frenar al ruso y tenía que entrar Schorstanitis para hacerlo.
El griego iba a revolucionar el partido. Los 158 kg de potencia física iban a ser imparables para los rusos. Ni Hines ni Krstic eran capaces de frenar los movimientos al poste de Baby Shaq. Maccabi reaccionaba y empataba el choque (14-14, min 7). Los nervios no podían faltar a la cita y ambos equipos terminaban el primer cuarto sin anotar un solo triple (19-16).
Blu ataca, Teodosic responde
El segundo cuarto comenzaba con la misma inercia que acabó el primero. Un CSKA sólido en defensa y fiable en ataque que encontraba la fórmula para frenar a Sofo y cargarle de faltas. Khryapa empezaba a pensar en ataque y el CSKA se volvía a escapar tímidamente (25-16). Era el momento de tirar de experiencia y galones. David Blu salía a pista y con dos triples seguidos colocaba de nuevo a los israelianos en el partido.
Empezaba el festival de triples y Teodosic y Fridzon volvían a abrir brecha en el marcador. El resultado en el descanso reflejaba el dominio de los rusos, mucho más efectivos en su juego. El Maccabi vivía de las individualidades y la irregularidad le impedía estar más cerca (38-30).
Se escapa el CSKA
El Maccabi se chocaba ataque tras ataque ante una telaraña defensiva que obligaba a los de Tel Aviv a forzar sus tiros y lejos del aro. Teodosic marcaba la pauta del partido y Krstic secaba en defensa a Sofo. Los de Blatt empezaban a ver como el partido se les iba de las manos y ni Hickman ni Ohayon eran capaces de revertir la situación.
Rice lidera una gesta histórica
El último cuarto fue una oda al baloncesto de guerra. Todos los rebotes eran peleados como si fuesen el último y las defensas no permitían una canasta fácil. En los momentos calientes era el momento de los grandes y Teodosic y Krstic iban a decidir en favor de los rusos.
Los de Blatt tiraron de orgullo, casta y rabia para remontar un partido que tenían perdido. Weems parecía dejar todo sentenciado a falta de 19 segundos con una canasta (67-63) pero David Blu con un triple ponía a 1 a los de Blatt. El descalabro ruso se iba a consumir con un balón perdido de Khryapa y un canastón de Rice que obraba el milagro.
El Maccabi buscará su quinta Euroliga este domingo y el CSKA vuelve a fracasar un año más.
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