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"Mi tiempo en Kentucky ha sido especial para mí, algo que siempre guardaré como un tesoro, pero siento que estoy listo para dar el siguiente paso a la NBA", declaraba Young. "He aprendido mucho este año, tanto dentro como fuera de la cancha, sobre la vida gracias al entrenador Cal [John Calipari] y sobre lo personal y le agradezco toda su orientación y apoyo. No puedo decir lo suficiente sobre mis compañeros de equipo; el viaje nos ayudó a construir un vínculo que siempre vamos a compartir el resto de nuestras vidas. Me gustaría dar las gracias a los mejores fans en el país, la Big Blue Nation, y espero que ustedes van a seguir apoyándome como sigo adelante."
Con estas declaraciones James Young ponía punto y final a una corta pero exitosa andadura colegial, erigiéndose como uno de los indiscutibles líderes de los Wildcats en su camino hacia la final del NCAA Tournament. Si bien se esperaba que desde un principio fuera un one-and-done, todo parece indicar a que también sopesó seriamente la posibilidad de quedarse.
Colocado desde el otro lado del charco como presumible Lottery Pick (TOP 15), James Young ha promediado en su único año en Kentucky 14'3 puntos, 4'3 rebotes y 1'2 asistencias en poco más de 32 minutos en pista.
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