El ala-pivot español de Los Ángeles Lakers no pudo jugar la segunda mitad del partido de anoche que jugaba en el Staples Center ante los Orlando Magic por causa de unos mareos y nauseas sufridas durante el descanso.
via Marca |
Por eso, el jugador fue hospitalizado, decisión que tomó la franquicia para evitar riesgos, y ha pasado la noche en observación. Tras la primera exploración, se ha detectado que el culpable de esos mareos fue un problema alimentario.
El jugador recibió en los vestuarios tres litros de suero intravenoso para solucionar sus problemas. La franquicia angelina ha confirmado que es duda para el próximo encuentro de mañana ante los New York Knicks.
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