Jugar al baloncesto en la élite puede llegar a conseguirse.
Se necesita talento y una pizca de suerte. Pero no todos los activos son “los
elegidos”. Ese grupo queda reducido a unos pocos que asumen el reto y lo
superan. Felipe Reyes, tildado de “acabado” por muchos no hace tanto, ha vuelto
a hacer historia en su 15ª Copa del Rey.
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| Foto: deportes.terra.es |
El ala-pívot del Madrid podía superar a Joe Arlauckas como
jugador más valorado de la historia de la competición. Llegó a Málaga con ese
objetivo en el horizonte y en la final tan solo tenía que sumar 8 de valoración
para igualar los 430 del mítico Arlauckas.
Le costó entrar en el partido y no tuvo unos buenos minutos
iniciales, pero se rehízo y acabó con 9 puntos y 6 rebotes. Sumaba así 10 de
valoración y superaba a otra leyenda blanca. Viendo que aún tiene cuerda para
rato, la cifra podría seguir aumentando.
Los libros solo escriben el nombre de algunos elegidos y
Felipe Reyes está ya en los anales del baloncesto español. Casta, orgullo,
picardía y talento. El más valorado de la historia de la Copa. Espartaco.
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