Otro de los escoltas que está llamando a la puerta del All-Star por su juventud, calidad y números, es el escolta DeMar DeRozan que ha cogido el rol de líder de la franquicia de Canadá.
El día 9 de diciembre los Toronto Raptors
realizaban el primer traspaso de campanillas (excluyamos a Derrick
Williams de este enunciado) de la temporada, enviando al presunto
jugador franquicia, Rudy Gay, a Sacramento a cambio de Vásquez,
Patterson, Salmons y Chuck Hayes. En ese momento el equipo canadiense
tenía una marca de 7 victorias y 12 derrotas, y la derrota contra
San Antonio al día siguiente los ponía 7-13, pareciendo confirmar
las previsiones de "Tanking" de los expertos.
Sin embargo todas estas expectativas a la baja
han saltado por los aires, toda vez que desde la baja del ex de
Memphis el equipo ha respondido con un juego mucho más sólido y en
colectivo que ha redundado en 9 victorias y 3 derrotas (incluyendo la
ya mencionada contra San Antonio). Actualmente, antes de los partidos
con Miami e Indiana, acumulaban 5 victorias consecutivas, incluyendo
una contra los casi imparables Pacers. También derrotaron a Oklahoma
en estos espectaculares últimos 12 partidos.
Parte importante de este éxito ha sido DeMar
DeRozan. El escolta de 24 años está promediando los mejores números
de su carrera, con más de 20 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias por
partido. En los primeros 19 encuentros su valoración era negativa,
pese a anotar más de 21 puntos por encuentro, pero a raíz del
traspaso su juego ha explorado nuevas dimensiones, pese a la
reducción de sus porcentajes en tiros de campo (al 40%) y en triples
(que tampoco era bueno anteriormente).
El escolta sigue intentando aproximadamente los
mismos tiros por encuentro, pero ha decidido lanzar menos desde la
larga distancia, donde (exceptuando en las esquinas) suele fallar
bastante. Sin embargo su producción ha aumentado en lo referente a
rebotes y movimiento de balón, puesto que en los últimos 12
encuentros atrapa 5 rebotes y da 4 asistencias por encuentro. Así,
se ha establecido como un jugador de 20-5-4, aproximadamente, y que
además es parte importante del éxito de una franquicia al alza.
Hasta aquí los factores positivos que pueden
tener en cuenta los entrenadores: un jugador con buenas estadísticas
que lidera en anotación y es segundo en asistencias a un equipo que
va subiendo puestos en el Este a gran velocidad desde el traspaso de
su presunto líder. Pero por otro lado tenemos que observar una serie
de factores que pueden favorecer su no elección.
En primer lugar está el hecho de que en su
propio equipo hay alguien que puede arrebatarle el puesto: Kyle
Lowry. El base está realizando una muy buena temporada y
precisamente desde el traspaso de Rudy Gay promedia 17 puntos, 9
asistencias y casi 5 rebotes, amén de ser uno de los favoritos de la
afición canadiense y seguido por varios equipos de la liga al
encontrarse en su último año de contrato. El otro lado por el que
se puede atacar a DeRozan es por sus carencias en el tiro exterior
(muy notables) y por su pobre defensa.
Ahora bien, precisamente el hecho de no
defender no parece condición suficiente para privarle de la
asistencia al partido de las Estrellas, el cual suele destacar por el
festival anotador carente de todo tipo de sistema defensivo
estructurado. En esto DeMar tiene un plus, puesto que con sus
condiciones atléticas y su facilidad para hacer mates la hinchada
presente puede disfrutar observándole planear por la zona y
recordando a Vince Carter en uno de sus prodigiosos "Dunks".
¿Bastarán estos argumentos para convencer a los entrenadores de que
en DeRozan debe representar a los Raptors en el All Star?
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