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Las numerosas bajas no parecían los mejores precedentes para una Italia que veía en este Eurobasket una oportunidad inmejorable para redimirse tras los numerosos fracasos en torneos anteriores. A decir verdad, pocos podrían haber imaginado que la 'azurra' se pudiera erigir como una de los equipos más atractivos de ver en este Eurobasket. Una fluidez ofensiva sin igual se combina con una retahíla de talentos individuales que bien son dignos de ver. El liderazgo de Belinelli, la solidez de Gigi Datome, la consagración de Gentile y la sorprendente "aparición" de Pietro Aradori han sido algunos de los acontecimientos de los que Simon Pianigiani ha sabido sacar partido.
Un equipo, que pese haber demostrado un equilibrio envidiable sobre el parquet, cuenta con una grieta de la que su rival puede sacar partido, que es el juego interior. Si bien es cierto que Marco Cusin se ha erigido como una de las sorpresas durante el devenir de la competición, también cabe decir que más allá de él la rotación interior deja que desear. He ahí donde Lituania puede meter mano. Una Lituania, que independientemente de no haber sacado a relucir su mejor juego en este Eurobasket, ha demostrado ser un equipo muy aguerrido y competitivo, que sabe sacar partido de sus ventajas frente a su rival sea quien sea.
De esta manera, Jonas Valanciunas se presenta como una de las amenazas más peligrosas para los transalpinos, quien a su vez tendrá que lidiar con jugadores de la estirpe de Lavrinovic, Javtokas o Motiejunas. Otro factor a tener en cuenta será Linas Kleiza, cuya intermitencia durante la competición no debe pasar por alto el hecho de que es un jugador determinante. Tampoco se puede pasar por alto el brillante rendimiento de Mantas Kalnietis, al cual se le presenta un duelo poco menos que interesante ante Cinciarinni o Diener.
Así pues, pocas eliminatorias pueden presentar tantos alicientes como los que presenta este encuentro. Dos equipos capaces de amoldarse a cualquier situación y con talento suficiente como para hacer disfrutar y mucho al espectador. Uno busca reivindicarse ante la élite del baloncesto del viejo continente, mientras que otro quiere dejar claro que siguen siendo aspirantes a todo. Eurobasket en estado puro.
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