Tras la primera jornada del Eurobasket, vimos que España arrasó a la Croacia de Tomic, que la anotación seguirá la misma tónica europea de siempre y que los pabellones costarán llenarse. Pero además, vimos como Italia daba la campanada ganando a la todopoderosa Rusia y como Alemania sorprendía a una Francia candidata a todo.
Alemania tiró al traste toda una preparación sólida e ilusionante del conjunto galo. Con Tony Parker a un buen nivel de forma y una plantilla cohesionada para llegar al trono jamás visitado, Francia volvió a tropezar con la misma piedra. Esa derrota, esa irregularidad, esa falta de concentración que le ha impedido históricamente ganar un Eurobasket.
Antes, sin embargo, habíamos presenciado la derrota de una Rusia que parece haber perdido credenciales y ya no es la favorita en las casas de apuestas. De nada sirve el auge del baloncesto ruso en Europa ni la eclosión de grandes jugadores en la NBA. Dos magníficos jugadores como Belinelli y Datome se encargaron de silenciar a la Rusia de Putin.
El Eurobasket ha empezado con sorpresas, aunque ya saben eso de no es como se empieza, sino como se acaba.
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión sobre lo leído.