Un torneo impecable. Un equipo unido. Una final perfecta. España se alzó con el trofeo de campeonas de Europa ante la mismísima anfitriona. Francia no pudo pese a tener a un público muy metido en el partido. Lyttle lideró a un equipo que despidió a Valdemoro de la mejor forma posible (70-69).
Hacía 20 años que la selección no ganaba el Eurobasket. Alba Torrens volvió a ser la directora de orquesta y terminó con 21 puntos y una dirección magnífica. Su gran escudera fue Sancho Lyttle, de nuevo imparable en la pintura e intimidando el poderío interior del conjunto galo.
Tras un gran primer cuarto de la Roja, los franceses despertaron y con un parcial de 13-0 liderados por Dumerc, apretaban el marcador. Sin embargo, la mejor en las locales fue Gruda, que terminó con 25 puntos.
El partido era igualado y las españolas no conseguían distanciarse por la gran defensa que ejercían las anfitrionas. Tal era de infranqueable el muro francés que las "blues" se iban al último cuarto con una ventaja de 53-55. El ambiente era hostil y el partido era difícil. Pero las españolas no se arrugaron ni un solo instante.
Ni el ambiente, ni algunas acciones arbitrales dudosas ni la actual subcampeona olímpica pudieron con las españolas. Carácter, esfuerzo y pundonor para llevarse el partido en un épico último cuarto.
El épico cuarto cuarto decantó la final para el lado español. Francia se cargó con cuatro faltas en apenas 27 segundos, movimiento que España reactivó con dos rápidos triples en el primer minuto de juego que devolvieron la ilusión y las ganas de reinar en Europa veinte años después.
España manejó sus nervios con puño de acero. Estuvo acertada en el rebote defensivo -clave en esta final- y manejó la ansiedad como nunca. A falta de ocho segundos, Sancho Lyttle anotaba una canasta que ponía a las españolas tres puntos arriba, canasta crucial, que sirvió para dar el título a las nuestras, ya que la última jugada de dos puntos de Francia de poco sirvió (70-69).
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