Hoy solo valía ganar, y es exactamente lo que han hecho los hombres de Tabak en su visita a Moscú. Un partido que a priori no se presentaba como uno de los más atractivos de esta jornada pero que ha resultado una auténtica delicia para el aficionado al baloncesto.
Un encuentro que se mantuvo igualado durante los 40 minutos pero que finalmente se fue del lado de un Caja Laboral comandado por Nocioni (24p) y Lampe (21p).
Sabiendo de la importancia del partido, los visitantes pusieron tierra de por medio tras cumplirse los primeros compases de partido apoyándose en la incesante intensidad en ambos lados de la cancha del conjunto baskonista. De la mano de un imperial Nocioni, el Caja Laboral mantenía a raya a un Khimki que recurría a Planinic y a Kelvin Rivers para seguir parejos en el marcador. Aunque el ritmo anotador no era alto, la emoción desde el primer minuto impedía mantenerse ajeno al partido. Finalmente, tras un tímido intercambio de canastas, nos íbamos al segundo cuarto con un 19-22.
En el segundo cuarto, la responsabilidad anotador en ambos conjuntos pasó a los jugadores interiores, donde un acertado Lampe y un siempre luchador Paul Davis tiraban del carro de sus equipos. Aunque con un triple de Monya parecía que los rusos empezaban a despegar, la inquebrantable pelea de los visitantes no daba lugar a oportunidad. El partido se convirtió en un "toma y daca" sin fin, en el cual los rusos se veían favorecidos por el acierto de Monya, que estaba "on fire" desde el perímetro. Fue entonces cuando el juego exterior del Caja Laboral apareció. La dirección de juego de Omar Cook, el descaro de San Emeterio y el buen hacer de Bjelica ayudaron a que se fueran con ventaja al descanso. (43-46)
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El conjunto ruso quiso salir con contundencia de los vestuarios, pero Nocioni abortó cualquier posibilidad de remontada gracias a su excelente 4 de 7 desde el triple. La fé del "Chapu" seguía siendo un lastre para un Khimki voluntarioso. Los hombres de Tabak se encontraban en un estado de gracia del cual parecía difícil sacarles. Tanto fue así, que conforme llegábamos al final del cuarto, la distancia en el marcador aumentaba paulatinamente. A pesar de que Augustine y Davis mantenían el tipo para los locales, el cuarto finalizaba con un 60-68.
Pero el último cuarto fue muy distinto. El Caja Laboral empezó a acumular pérdidas y malas decisiones de cara al aro mientras que el Khimki de la mano de un sideral Koponen recortaban distancias a un ritmo cada vez más vertiginoso. Pasaban los minutos y la remontada local parecía un hecho, lo peor parecía por venir para el Caja Laboral. Pero llegó el "clutch time" y con él, la figura de Nocioni, para mantenerse por delante en el marcador en la recta final del encuentro. Tras un triple estratosférico del argentino, los baskonistas se vinieron arriba y a partir de una férrea defensa, se llevaron el partido. (82-86).
Una victoria, que permite al Caja Laboral seguir soñando con el pase a cuartos, ya que tras el triunfo cosechado, se mantienen en la zona noble del grupo F por lo que se la jugarán al todo o nada frente al siempre temible Montepaschi Siena. Nadie dijo que fuera fácil.