Es seguramente una de las incertidumbres más grandes de esta temporada en la NBA. El regreso de Derrick Rose, el regreso de una estrella, el regreso de un MVP. Rose ya ha comenzado a entrenar en partidos de cinco para cinco, pero muchos dudan de que pueda regresar esta campaña a las canchas, algo que supondría un batacazo para Chicago y un casi adiós a la opción real de anillo.
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Tom Thibodeau no ha querido analizar ni concretar nada sobre el tema de Derrick, dejando en el aire la posibilidad de que no jugase esta campaña:“Durante los partidos de los entrenamientos hizo lo mismo que el resto de sus compañeros, como si fuera una práctica normal“.
Por su parte, Kirk Hinrich, que pasaría al puesto de escolta o al banquillo, ha añadido que: “Estaba preparado para participar en esos partidos y era algo que nosotros como equipo necesitábamos. Estoy seguro de que a él también le hacía falta y que le sirvió para saber en qué punto de su recuperación está".
Finalmente, el protagonista de toda esta incertidumbre que mantiene en vilo al mundo de la NBA, no ha querido desvelar si volverá o no, aunque ha asegurado que se siente bien y con ganas: “No sé cuándo podré volver. Me siento bien, pero como ya he dicho otras veces no me importa si me lleva mucho tiempo regresar o si tengo que perderme un año entero si no me encuentro del todo bien“.