Foto: nbalakers.blogspot.com |
Por ejemplo, el año pasado jugaron ante los Bulls de Derrick Rose un partido que se llevaron los de Chicago por un apretado 88-87. De todos los alicientes que puede tener un Bulls-Lakers el del año pasado tuvo uno añadido: el primer partido de la temporada regular para ambas franquicias (temporada marcada por el lockout).
En 2010 los Lakers eran los vigentes campeones y el día de navidad les deparó un habitual de los encuentros navideños: Miami Heat. El equipo de Florida disputaba su primera temporada con el Big Three y se llevó el partido por 16 puntos de diferencia pese a jugar en el Staples.
En el año 2002 el rival fue Sacramento Kings. Nada casual. Ese enfrentamiento había sido la final de la conferencia Oeste del año 2002, aquel apretado 4-3, que condujo a los Lakers a la final de la NBA que vencerían ante los Nets. Algo parecido ocurrió en 2001 cuando el “dirigido” calendario colocó a los Sixers como rival el día de Navidad. Nada casual de nuevo. Ambas franquicias habían llegado a la final sólo seis meses antes.
Este año también Lakers en Navidad. Esta vez el rival serán los Knicks: ninguno de ellos llegó a final de conferencia el año pasado, ni protagonizó una rivalidad especial en 2012. Pero ambos arrastran masas, tras de sí, y ambos, muy a su manera, son aspirantes a todo esta temporada. Por suerte la NBA no para en Navidad.
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