New York Knicks decidió no renovar a Jeremy Lin ni igualar la oferta que los Rockets le ofrecieron en verano. Prefirieron quedarse con Raymond Felton y, visto lo visto, no ha sido tan mala idea. Hasta esta pasada madrugada, muchos aficionados texanos se han preguntado dónde estaba el fenómeno Lin. El taiwanés no estaba haciendo los registros a los que nos tuvo ilusionado durante un mes en su irrupción explosiva.
Esta madrugada, tras un mes de competición y con la baja de Harden que ya anunciamos en Sentimiento AyN, ha vuelto por sus fueros. 38 puntos y 8 asistencias, aunque una pérdida al final del partido que le ha impedido a su equipo ganar el partido. Ese sigue siendo el problema de Lin, las excesivas pérdidas en su juego.
Pero los Rockets no perdieron por culpa de Lin, si no por la actuación estelar de Tony Parker, que sigue dando lecciones de baloncesto allá por dónde va. El base francés, que sigue siendo letal en los contraataques y en los tiros tras salir del bloqueo, se fue hasta los 27 puntos, capturó 12 rebotes y repartió 12 asistencias. Los Spurs siguen demostrando que sus estrellas no quieren jubilarse y que tienen mucho recorrido por delante. Parker sigue demostrando que es uno de los mejores bases de la NBA.
Parker ganó a Lin. El viejo ganó al joven. El alumno tiene que seguir aprendiendo.
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