Se notaba lo que se jugaban uno y otro equipo y el inicio del partido se notaba como le costaba anotar a ambos equipos. Curtis Borchardt intentaba echarse a las espaldas al conjunto vallisoletano, pero este no lo tenía nada fácil ya que Lasme estaba muy fino en los primeros instantes de cuarto. El primer período finalizó con un +2 para el conjunto gallego y los aficionados que se desplazaron hasta el Pisuerga estaban algo enfadados con la actitud de algunos jugadores, una actitud que no cambió en el segundo período pero que no supieron aprovechar los visitantes que se fueron a los vestuarios con ese +2 de ventaja.
La nombrada actitud cambio en el inicio de la segunda parte, ahora Borchardt si estaba liderando a su equipo y en dos minutos el equipo pucelano ya había anotado 9 puntos y ya lideraba en el marcador por siete puntos de ventaja, Tuky Bulfoni intentaba echarse a las espaldas al Blusens Monbus, pero estabamos en los mejores minutos del aprtido del equipo vallisoletano. Pero los locales se durmieron tras un tiempo muerto de Moncho Fernández y los gallegos se volvieron a acercar al marcador, el Pisuerga apretaba y Borchardt junto a Nacho Martín tiraban del carro del equipo vallisoletano. No eran los mejores interiores, puesto que Lasme y Kendall eran los mejores del Blusens Monbus. El cuarto se cerraba con un Blancos de Rueda Valladolid un punto por delante en el luminoso.
El último período fue para los vallisoletanos que sentenciaron el partido gracias al buen trabajo de Curtis Borchardt y compañía. Muy serios desde el minuto 30 hasta el 40, sin mirar al luminoso y cada jugador aportando lo mejor de sí para terminar ganando 81-75 a un buen equipo como el Obradoiro que tendrá que seguir luchando para confirmar su presencia la próxima temporada en la Liga Endesa.
La nombrada actitud cambio en el inicio de la segunda parte, ahora Borchardt si estaba liderando a su equipo y en dos minutos el equipo pucelano ya había anotado 9 puntos y ya lideraba en el marcador por siete puntos de ventaja, Tuky Bulfoni intentaba echarse a las espaldas al Blusens Monbus, pero estabamos en los mejores minutos del aprtido del equipo vallisoletano. Pero los locales se durmieron tras un tiempo muerto de Moncho Fernández y los gallegos se volvieron a acercar al marcador, el Pisuerga apretaba y Borchardt junto a Nacho Martín tiraban del carro del equipo vallisoletano. No eran los mejores interiores, puesto que Lasme y Kendall eran los mejores del Blusens Monbus. El cuarto se cerraba con un Blancos de Rueda Valladolid un punto por delante en el luminoso.
El último período fue para los vallisoletanos que sentenciaron el partido gracias al buen trabajo de Curtis Borchardt y compañía. Muy serios desde el minuto 30 hasta el 40, sin mirar al luminoso y cada jugador aportando lo mejor de sí para terminar ganando 81-75 a un buen equipo como el Obradoiro que tendrá que seguir luchando para confirmar su presencia la próxima temporada en la Liga Endesa.
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