No hubo sorpresa en el derbi (89-70)

El Lleida se mantiene en lo más alto de la tabla gracias a su victoria en el derbi frente al Girona, en un partido plácido para los locales, donde han sabido mantener las rentas y no se han llevado ningún susto a lo largo del encuentro, además cabe destacar la gran consistencia de los de Ricard Casas, que no cedieron ni un solo cuarto en todo el encuentro.

El primer cuarto ha estado bastante igualado, con intercambio de canastas con Darryl Middleton que continua dando guerra y mantenía a los suyos vivos en el partido, mientras que por parte local Ramsdell era el que tomaba la manija de las situaciones ofensivas leridanas, al finalizar el primer cuarto el resultado era de 16-13.

En el segundo cuarto comienza a forjarse la victoria para los locales, subiendo una marcha más la intensidad y el nivel defensivo, consiguen llevarse el cuarto esta vez por nueve puntos, lo que a la postre sería definitivo para un Girona que no supo reaccionar a los golpes que el Lleida le asestaba una vez tras otra, al finalizar el segundo cuarto la ventaja ya se había ido a los 12 puntos y el marcador reflejaba un 41-29 que dejaba las esperanzas visitantes bastante tocadas.

Tras la reanudación la defensa visitante cambió, para tratar de cortar la hemorragia de puntos que recibía su canasta, pero tampoco surtió efecto, ya que tras varias acciones positivas locales, el tanteo se fue a la máxima diferencia con 50-31, que se vio reducida tras varios triples consecutivos de los visitantes, que no supieron elevar el nivel defensivo y volvieron a perder este cuarto, esta vez por tan solo 2 puntos 24-22 pero el partido estaba ya prácticamente sentenciado.
Antes de arrancar el último cuarto el electrónico marcaba 63-50, no era una diferencia descomunal, pero lo mostrado en el parqué hacía presagiar que la remontada era imposible.

Y así fue, a pesar de un tímido arranque que situaba a los gerundenses por debajo de la barrera de los 10 puntos 68-59, todo era un espejismo y en cuanto los de Casas se pusieron las pilas sentenciaron el encuentro, taladrando una vez más el aro visitante, esta vez 26 puntos en el cuarto para llevar la diferencia final a los 19, 89-70 y grandes sensaciones que mantienen los locales tras 8 partidos disputados.

El MVP del encuentro fue Jason Detrick que consiguió 31 puntos incluidos 5/6 en lanzamientos triples y que consiguió 29 de valoración.