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Unicaja no tuvo misericordia con el Lucentum (77-97), y salió de Alicante demostrando que tiene equipo para plantarle cara a los más grandes y luchar por el título de liga. Bien es verdad que los locales tuvieron un partido más flojo de lo que nos tienen acostumbrado, pero el Unicaja es mucho Unicaja y lo demuestra semana tras semana. El partido nos dejó como protagonista a Ivanov que con 19 puntos, y 33 de valoración se convierte en el mejor hombre del encuentro, aunque seguido muy de cerca por Valters, con idéntica anotación, pero tan solo 20 de valoración.
Espectacular inicio de los hombre de Chus Mateos, que no dieron tregua en a los locales y salieron con la tensión que se pedía de ellos en los primeros minutos de los encuentros. Los malagueños estaban muy acertados en ataque y muy efectivos en defensa, tanto fue así, que los locales solo anotaron 9 puntos en el primer cuarto (9-26).
El segundo periodo no iba a tener diferente guión, Unicaja defendía bien y atacaba mejor, aunque los alicantinos empezaban ya a demostrar todo lo que tiene, acercándose un poco en el marcador, pero los malagueños seguían intratables, y no daban respiro, llegando a colocarse con más de veinte puntos de ventaja, ventaja con la que se llego al descanso (30-53).
La charla de los técnicos solo sirvió para que los andaluces salieran a por más, y es que en la mañana de hoy estaban más que acertados y aún teniendo ventaja de treinta puntos, seguía queriendo más y más, y aunque parecía que los locales levantaban la cabeza e intentaban al menos maquillar el resultado, los malagueños no estaban dispuestos a ello, y querían una victoria aplastante, tal fue la diferencia en el partido entre ambos equipos, que el resultado a falta del último cuarto, mostraba lo que ya sabía desde el inicio, victoria visitante clara (49-77).
Los últimos diez minutos serían más de transición que decisivos, ya que el partido estaba sentenciado desde, prácticamente, el primer cuarto. Para lo único que serviría este último cuarto fue para engordar las estadísticas malagueñas, y darle a su afición la alegría de una victoria de 100 puntos, aunque al final no pudo ser, pero estuvieron cerca de lograrlo, tan solo faltaron tres puntos (77-97). Al final del encuentro, quedó claro que cuando Unicaja quiere, puede derrotar a cualquiera y que está más que preparado para la Copa del Rey de Barcelona.
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