¿Y si realmente no somos tan buenos?

Lo somos, tenemos la mejor plantilla del campeonato, los pívots mas dominadores, 6 jugadores en la NBA y unos grandes actores secundarios (algunos actúan mejor que otros), pero nadie puede negar que esta selección es una de las más potentes que ha confeccionado España desde hace mucho tiempo.

Pero algo extraño ocurre, no es normal que una selección como España tan sobresaliente a priori, las tenga que pasar canutas para ganar a una mermada Polonia con sensibles bajas y solo un jugador de alto nivel (Thomas Kelati), lamentablemente, así fue.


¿Se están haciendo las cosas bien dentro del vestuario? ¿El descarte era el adecuado? ¿Jugamos como debemos? ¿Tenemos intensidad en los partidos? ¿Estamos crecidos y creyendo que somos los mejores?

Todos estos interrogantes se me antojan de un valor notable.
Los tres primeros interrogantes podríamos centrarlos en un solo personaje, Sergio Scariolo, a mi parecer las cosas no funcionan como debían, jugadores como el excluido Suarez que critican al entrenador y se plantean no volver, pasotismo en algunos tramos del juego por parte del entrenador, que parece no tener sangre en las venas en muchas ocasiones, quizá con un seleccionador español la cosa cambiaria, y creo que hay muchos capacitados para ello.

El descarte…bien, opiniones hay de todos los colores, se ha hablado de Suarez, Sada, Claver, incluso Felipe (dado su bajo nivel), lo cierto es que Suarez esta fuera, rajando y no queriendo volver, y me parece lógico, y me explico. Suarez da todo en cada partido, las cosas pueden salirle mejor o peor, pero siempre estará intenso y “pegándose” en defensa, luchando cada rebote. Está claro que me gusta Suarez (esto es un artículo de opinión) y por ello creo que el descarte debería haber sido rotundamente Víctor Claver. El capitán del Valencia Basket no ha demostrado nada aún en toda la gira de preparación ni en el primer partido ayer, un jugador sin intensidad, sin buenos números en los lanzamientos y sin sacrificio en ataque, que para colmo no juega en su posición habitual no debe estar entre los 12 mejores jugadores de España.

Para finalizar con el apartado “Scariolo”, creo firmemente que no, no jugamos ni por asomo como debemos, ni las rotaciones son las adecuadas. Se me hace extraño recordad, a aquel equipo campeón del mundo hace ya 5 años, con Pepu Hernández a la cabeza.
Entonces yo si disfrutaba con el juego de España, mucho más vivo, rápido, intenso, finalizando contraataques, y sobre todo con un nivel defensivo abismal, dejando a Grecia en la final del Mundobasket en 47 puntos, y aun hay mas, con Pau Gasol lesionado, si eso ocurriera ahora a más de media España le temblarían las piernas. Ahora esto no ocurre, jugamos pausado, sacando 2 de cada 10 contras y con lagunas en defensa.

Continuemos con un interrogante mas, la intensidad, podríamos decir que a ratos, cuando el partido lo sugiere, pero no deja de llamarme la atención las ganas, por hablar bien, que jugadores como Sada o Llull ponen en los encuentros, quizá con 12 jugadores de esa intensidad ganaríamos todos los partidos sin preocupaciones, pero ahí está el problema, que no es así. Bajo nivel de intensidad defensiva, jugadores que al ser cambiados ponen cara de indiferencia cuando deberían estar molestos por no seguir jugando, pasotismo en algunas acciones del juego, lento balance por parte de los pívots tras fallar tiros.

Y para finalizar, creo firmemente que si, ambas cosas, somos los mejores, pero estamos crecidos, y así no se va a ningún sitio, debemos agachar el culo, ponernos el mono de trabajo y subir el nivel de intensidad. Si salimos a la cancha con la certeza de que somos favoritos (a pesar de que lo seamos) y mirando por encima del hombro al rival, lo más fácil es que en el primer cruce sea el rival el que nos pase a nosotros por encima.

Estamos a tiempo de remediarlo, queda mucho campeonato y esto solo acaba de empezar, pero o nos ponemos las pilas, o la aventura en Lituania durará menos de lo previsto.