Este partido fuimos a muerte con el objetivo firme de llegar a la final y conseguir el pase a los Juegos. Obviamente no hubo sorpresas en el quinteto inicial (Calderón, Navarro, Rudy, Marc y Pau) y las ideas de cómo afrontar el partido estaba claro, jugo dinámico e impregnado de velocidad. Si empezábamos con esa declaración de intenciones, Eslovenia no tendría nada que hacer.
Eslovenia salió con las pilas cargadas y eso lo notamos. Pero los nuestros no les dieron demasiada cancha y rápidamente subieron el ritmo de juego y la concentración. A excepción de Marc que en el minuto '6' se tuvo que sentar por cometer su segunda falta siendo sustituído por Ibaka. Eslovenia intentó parar a Navarro con una atosigante defensa, consiguiendo que tuviese éste una actuación bastante intermitente en el primer cuarto. España seguía sin coger el tono y Scariolo probó cambios para intentar dar la vuelta al marcador poniendo a San Emeterio y Ricky. Pero con seis pérdidas de balones y metiendo los eslovenios desde la línea de tres lo que no han metido en el resto del campeonato, se veía que en lo único que pensaban nuestros jugadores eran el olvidar el bache y comenzar un segundo cuarto totalmente distinto.
Después de un descanso de 2 minutos, el equipo español empezó con un juego muy distinto con el que llegó al descanso. La clave estuvo en la defensa en zona que hizo España sobre Eslovenia, provocando cierto nerviosismo en el rival y recuperando buenas sensaciones. Después de la tercera falta de Beigic que puso a Eslovenia con bonus, España jugó de otra manera. La excelente defensa de Rudy nos dio alas, llegando al empate a 25 putos en el minuto 4'. Finalizando la primera parte con 35 putos frente a los 31 de Eslovenia. El marcador es el claro reflejo del despertar de España en el segundo cuarto.
La vuelta al descanso estuvo llena de sorpresas. España se gustó,¡y vaya que si se gustó!. Con un Navarro (26 puntos) al que calificar de inmeso se le quedaría pequeño debido a su festival de triples y un Gasol imperial en la pintura consiguiendo un doble-doble (19 puntos y 16 rebotes), el partido se rompe a favor de España. El susto llegó en un tiro de Calderón, en el que este cayó sobre el pie de uno de los rivales con la correspondiente torcedura de tobillo. Esto desencadenó en una doble técnica de Goran Gragic y Juan Carlos Navarro por un enfrentamiento entre ambos en el que el jugador español le recriminaba la intencionabilidad del suceso. El equipo sonreía en la cancha y para muestra el banquillo, que en más de una ocasión recibió un toque de atención por meterse prácticamente a la cancha a la hora de celebrar las canastas. Y es que no era para menos, ya que en este cuarto metieron 34 por 16 puntos del rival.
Así pues, llegábamos al último cuarto con el partido roto y una Eslovenia que no hacía amagos de querer dar la vuelta a la situación. Empezamos con tres minutos malos en los que nos condicionó una más que cuestionable cuarta falta de Rudy y una técnica a Sergio Llull por quejarse del arbitraje, o más bien dicho, la 'ausencia' del arbitraje. Y es que nos dieron de lo lindo, los árbitros permitieron contacto, a veces demasiado, quedando patente en el enfado de Pau y los distintos arañazos que mostraron los jugadores españoles como muestra del agresivo juego de los Lituanos. Pero después de esa mala racha, España supo mantener el colchón de puntos, incluso llegando Scariolo a dar minutos a todos los jugadores. Sin duda, esto es una gran noticia, no solo porque eso implica que el partido está más que encarrilado sino que además significa que el entrenador italiano va dando más confianza a sus jugadores menos utilizados.
Esta victoria no solo ratifica el buen tono del equipo sino nos garantiza un puesto en el preolimpico. Obviamente, el objetivo de este equipo es conseguir el pase olímpico y el oro europeo, pero esta garantía de tener una segunda oportunidad para conseguir un cupo en las Olimpiadas les debe servir como una motivación y no como una carga.
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