Hace unas semanas, analizábamos el mal comienzo del Fuenlabrada, que contaba la mayoría de sus partidos por derrotas, mostrando un juego bastante pobre con respecto a la pasada campaña. Hoy volvemos a tratar el tema del equipo madrileño, que lejos de lograr mejores resultados, continúa inmerso en una mala racha de la que parece complicado que pueda ir saliendo.
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| Foto: ACB |
Tras la salida de Porfi Fisac, el equipo firmó a Trifón Poch con la intención de cambiar la cara de una plantilla que no estaba funcionando. El nuevo entrenador llegó al equipo con la idea de volver a conseguir que los jugadores rindiesen al mejor nivel, a sabiendas de que la tarea no iba a ser fácil. El equipo ha ido mejorando ciertos aspectos del juego, pero las victorias siguen sin llegar, a pesar de haber logrado la segunda de la temporada este pasado fin de semana. Uno de los objetivos fundamentales del Fuenlabrada, hoy por hoy, es el de lograr la permanencia, y de momento está fuera de los puestos de descenso, pero el balance de 2-8 hace pensar a todos los aficionados que esta temporada se va a sufrir de manera considerable.
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| Foto: ACB |
La derrota en casa ante el Joventut dolió y mucho ya que el 80-82 final hizo daño a una plantilla que veía como podía luchar ante un equipo de entidad como el catalán, pero se tenía que conformar con un nuevo tropiezo que no le permitía mejorar la confianza de cara a futuras jornadas. La afición empezaba a impacientarse, y el cambio en el banquillo parecía más que lógico, a pesar del buen hacer de Fisac durante la primera parte de la campaña pasada. De hecho, la visita a Gran Canaria supuso un duro correctivo para los naranjas, que salieron del CIS con un correctivo considerable al caer por 73-52, en un partido en el que el conjunto de Fuenlabrada ofreció de nuevo una pobre imagen, mostrando muchas carencias, tanto en la dirección de juego como en la mentalidad de toda la plantilla. Ese encuentro supuso el primer punto de inflexión para el equipo, que iba a aceptar los cambios en el banquillo como algo necesario para dar la vuelta al rumbo. La visita del Barcelona servía para poner a prueba al nuevo entrenador, y en esta ocasión, los madrileños ofrecieron una buena imagen, aunque finalmente volvieron a perder por la mínima, 76-79, dejando una sensación de quiero y no puedo preocupante para todos los seguidores.
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| Foto: ACB |
La actitud empezaba a mejorar, y desde el tropiezo de Canarias, el equipo ha ido creciendo mentalmente. La visita del Bilbao era un test de nivel para el Fuenla, y una vez más, los jugadores estuvieron cerca de pasarlo con nota, pero finalmente cayeron ante los hombres de negro en lo que suponía la octava derrota de la temporada, por tan solo una victoria. Todas las alarmas estaban ya encendidas, y parecía no ser suficiente el hecho de tener una mejor disposición en los partidos, por lo que la directiva pensó en Valters como revulsivo para una plantilla carente de liderazgo, donde tan solo Mainoldi parecía sobresalir notablemente. La llegada del base ayudó y mucho en el triunfo meritorio del Fuenlabrada en Valladolid, ante un rival directo como es el Blancos de Rueda. Tanto él, como Feldeine (anotando más de 30 puntos) y Gladyr lograron realizar una gran actuación, en lo que supuso la segunda victoria de la temporada para un equipo que por fin consiguió un resultado positivo, sufriendo, eso si, pero positivo a fin de cuentas. Después de una primera parte de superioridad total, las fuerzas flaquearon en la segunda mitad, donde los de Poch llegaron a desperdiciar una ventaja de 20 puntos, dando alas a un Valladolid que a punto estuvo de colocar la novena derrota en el casillero del Fuenla. Sin embargo, en la prorroga se decidió el partido, y gracias a una acción de Gladyr con el tiempo casi cumplido, el equipo madrileño pudo conseguir su segunda victoria.
El Fuenlabrada necesita seguir creciendo en el plano psicológico si quiere permanecer en la Liga Endesa un año más. Desde Sentimiento AyN creemos que el equipo del sur de Madrid tiene plantilla para conseguirlo, y la labor de Poch puede ser muy positiva siempre y cuando los jugadores crean en sus posibilidades. Con nombres como Mainoldi, Valters, Gladyr, Cortaberria o Feldeine, el Fuenla tiene margen de mejora, aunque es muy posible que esta temporada, tal y como van las cosas, toque sufrir en el pabellón Fernando Martín.
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