El partido que enfrentaba a las selecciones de Grecia y Rusia prometía mucha igualdad y calidad por parte de ambos conjuntos, esperando ver el rendimiento del equipo ruso frente a un equipo de mayor entidad que los rivales anteriores durante este campeonato, para comprobar las posibilidades del equipo de Kirilenko para poder lucha por el campeonato.
En el primer cuarto, como era de esperar, la igualdad fue la tónica predominante, caracterizado por los triples de ambos conjuntos, y el acierto en ataque de tres jugadores griegos que fueron los responsables de todos los puntos del primer cuarto, Fotsis, Kaimakoglou, y sobre todo caben destacar los seis últimos puntos del cuarto por parte de Koufos, mientras que por Rusia cabía destacar como siempre el acierto de Krhyappa, Kirilenko, y como siempre la aportación exterior de Frydzon, acabando el primer cuarto 16-15. El segundo cuarto, demostraría que los nervios iniciales de ambos conjuntos habían desaparecido, con un parcial de 23-27, demostrando claramente que son dos equipos capaces de defender como habitualmente hacen, pero también de anotar con facilidad, con mención especial para Mozgov por parte de Rusia, autor de 12 puntos en este cuarto. El inicio del cuarto permaneció igualado con alternancias en el marcador, hasta que Grecia tomó el mando cogiendo una ligera y máxima ventaja hasta ese momento, 38-33, que sería respondida inmediatamente por Rusia con un parcial de 1-9, para acabar el cuarto 39-42.
La segunda parte deparaba emociones fuertes, y el tercer cuarto continuó con la misma pauta del final del segundo, con intentos por parte del equipo ruso de tomar diferencias más amplias, tomando la máxima diferencia hasta el momento en el partido 49-58 tras una canasta de Bykov, pero el equipo griego conseguía mantenerse en el partido al final de este cuarto, dejando las diferencias en 8 puntos (57-65). El último cuarto, seguiría la tónica de los dos anteriores con muchos puntos por parte del equipo ruso e intento de reacción de los griegos llegándose a poner a 5 puntos 64-69 a falta de 5 minutos para concluir el partido tras una canasta de Koufos. Pero aquí terminó el bagaje griego en ataque, para dar lugar a parcial realmente definitivo en el devenir del partido, de 0-10, dándole una ventaja de 15 puntos, 64-79, gracias sobre todo al acierto de Monya desde el exterior con dos triples. El partido concluiría poco después con victoria para el combinado ruso sobre el heleno por 67-83.
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