En este partido se decidía quien iba primera del grupo D, los eslovenos iban mejor que los rusos y se colocaron con un 7-0 de parcial. Lorbek se convertía en el eje de los eslovenos al comienzo del encuentro con 8 puntos consecutivos.
Los jugadores de Rusia fueron siendo más protagonistas para dar vida a su equipo. Los eslovenos entraron en la gran defensa de David Blatt. Aunque los eslovenos fueron subiendo nivel e igualaron el encuentro. Pero una técnica de Khryapa cambio las cosas.
Los 10 últimos minutos fueron errores consecutivos de ambos equipos en los que ningún equipo lo sabía aprovechar.
Vorontsevych (18 puntos) que había sido la estrella para su equipo pudo colocar por delante a Rusia a poco más de medio minuto del final, sin embargo su penetración se salió. El turno para cerrar el encuentro era de Eslovenia pero Jaka Lakovic no quiso ser menos y erró con su lanzamiento. La victoria y el liderato se decidirían en los últimos siete segundos. Rusia, que nunca había estado por delante, tenía el balón en sus manos y tras varios pases éste cayó en manos de un Sergey Monya que no falló y anotó una canasta que puede tener un gran valor en el futuro inmediato del torneo.
E igual que en el comienzo, el tercer cuarto fue de nuevo de sequía rusa. El problema de que ahora no anotara Rusia, es que Eslovenia ya partía con una ventaja previa y ahora conseguía escaparse por primera vez por encima de la barrera de los 10 puntos (44-34). Diferencia que con el paso de los minutos fue neutralizada por la dupla Vorontsevych – Kirilenko. Ambos (11 puntos en este cuarto) hacían mucho daño por su capacidad atlética y polivalencia y dejaban en dos puntos la desventaja de su equipo al final del cuarto.
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