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viernes, 5 de agosto de 2016

JJOO Río 2016: 10 razones para no perderse los juegos

Cada cuatro años se renueva el Espíritu Olímpico. Es un hecho muy simple, que muchas veces queda deslumbrado por la parafernalia que cada vez rodea más a los Juegos, aunque es el acto principal de toda ceremonia olímpica. Un hombre o una mujer, o más concretamente, un atleta o un jugador llega hasta el estadio olímpico con la anteúltima posta del recorrido de la antorcha olímpica y se la entrega al último de sus iguales, que anteriormente ha sido medalla de oro olímpico y que tiene el honor de encender el pebetero situado normalmente, aunque ha habido muchísimas excepciones, en la Torre de Maratón del estadio. A partir de este momento los juegos comienzan y se olvida el significado de lo ocurrido en la ceremonia de apertura, en la que se han soltados palomas como símbolo de paz y se han hecho juramentos para dejar claro que se respetaran las reglas, para recordar solo algo que se ha cantado previamente en el Himno Olímpico, en el que, con palabras del poeta griego Kostis Palamas, se recuerda solo una cosa: “Arrojad, guirnaldas de flores que no palidecen. ¡A los victoriosos en la carrera y en la contienda!”.




Así, el Espíritu Olímpico, que exige “comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y de juego limpio”, según reza la Carta Olímpica del COI, queda barrido por un viento que solo exige ser más rápido, fuerte y alto (citius, altius, fortius… y, porque no decirlo, guapo) y, sobre todo, ganar. Porque a partir de ese momento las cadenas de televisión, que han pagado millonadas por retransmitir el evento, necesitarán que los atletas ganen para que puedan firmar esplendidos contratos comerciales que, a modo de spots publicitarios, se anuncien por su cadena para aumentar los beneficios del dinero invertido y la cuenta de ganancias del atleta o jugador en cuestión.


Tal vez por ese motivo, uno se queda un tanto pensativo cuando reflexiona sobre la apertura de los JJ.OO. a los profesionales del deporte, en nuestro caso al Dream Team. Porque, a partir de ese instante, las cosas que, en el baloncesto olímpico, habían conseguido quedar bastante igualadas hasta ese momento con la medalla de oro de la URSS en Seúl 1988, se desequilibraron ante el avasallamiento y deslumbramiento de Magic, Jordan, Bird y compañía en la apoteósica olimpiada de Barcelona 1992. Ocho años antes, España fue medalla de plata en Los Angeles 84 y veinticuatro años después, en 2008, volvimos a ser medalla de plata en Beijing y repetimos en Londres 2012. En frente hemos tenido a los jugadores más fuertes de la historia de la NBA, desde Jordan y Ewing en Los Angeles hasta Bryant y Lebron en Beijing y Londres. Las antiguas URSS y Yugoslavia son medalla de oro en unos juegos y la incombustible Argentina de la generación dorada también tiene su oro, bien es cierto que contra un pésimo equipo de “profesionales” NBA, pero también tiene su oro… y todos queremos el oro que se merece esta generación de jugadores irrepetible. Todos, aficionados-jugadores-técnicos, lo queremos. Primera razón.


Medallas y ranking histórico. Fuente: universobasquetbol.com
La segunda razón pertenece solo a los que apuestan habitualmente o esporádicamente. Mientras que los USA son los favoritos, España se mantiene en segunda posición. La medalla de oro es difícil nadie lo duda, pero se paga a 12 a 1 por lo que, de apostar poco, se puede seguir con intensidad (y tranquilidad) el torneo. Porque te vas a llevar una agradable sorpresa, si ganamos, que dé para invitar a unas cervecitas, o lo que se tercie, a los amigos, como veremos en la decima razón.

En los últimos juegos celebrados en Atenas en el año 2004, se produjo un hecho bastante espectacular que no se ha visto repetido en ninguna olimpiada. Cuando llegó el momento de la última posta, el relevista no recorrió el estadio por la pista exterior de atletismo como se hace habitualmente, sino que lo hizo por el centro del campo mientras el pebetero adquiría vida desde su torre de maratón ultramoderna  y se iba agachando para acercarse hasta el portador de la antorcha. En ese momento, no está claro si el relevista encendió el pebetero o fue el pebetero el que recogió el fuego, pero lo que sí está claro es que el pebetero adquirió vida propia para ser uno más de los que estaban allí presentes. Hace mucho tiempo que la selección femenina tiene vida propia, los resultados de los últimos años y el juego desplegado por los de Mondelo, unido a la calidad de todas sus jugadoras, lideradas por Alba Torrens, Marta Xargay o Anna Cruz, por no mecionar a todas, a las veteranas y a las novatas… y a las jubiladas, hacen que la selección femenina siga su propio camino idependiente. Ya no necesita que le acerquen el fuego, ahora son ellas las que se acercan a recogerlo porque su identidad como equipo va mas allá, pese a los deméritos del comentarista de TVE, que siempre las trata como niñas. La selección femenina esta al mismo nivel que la masculina. Su objetivo es el oro porque hace tiempo que se independizaron. Tercera razón.

La cuarta razón tiene que ver con el lugar donde se celebra. Estos juegos son los primeros que se celebran en Sudamérica y, a diferencia de los celebrados en México (Centroamérica) o Canadá y EE.UU. (Norteamérica), llevan camino de convertirse en las peores olimpiadas de la historia en cuanto a preparación del evento. Brasil es así: baile, carnaval, alegría, samba y… mordidas (corrupción). Sin embargo, no van a dejar de sorprendernos, porque a diferencia de otras citas olímpicas, donde todo estaba listo y preparado, en Brasil se apagan los fuegos con alegría y disparate. Y si no, pregúntenle al alcalde de Rio, cuando, para salir al paso de la huida en masa de la delegación australiana de la villa olímpica por no tener esta ni las tuberías puestas, el regidor les ofreció un par de canguros para que se sintieran como en casa. Una guasa al estilo de la broma de ver a Marcelinho Huertas en el equipo de Magic Johnson, Los Angeles Lakers. Sin embargo, será interesante ver como la selección carioca se desenvuelve en el torneo de sus juegos, aunque también será interesante ver como lo hacemos nosotros y, sino, acuérdense del cruce con ellos en Londres 2012... en el que incompresiblemente perdimos para poder presentarnos sin problemas en la final.

Esta razón es la más complicada de todas. Ya no está Kobe, ya no está Lebron, pero esta Kevin Durant y once colegas más, entre los que está el siempre serio y eficaz Klay Thompson para acompañar a un equipo, que hasta el momento han brindado un extraño espectáculo en sus partidos de preparación, en los que parece que se han creído que son el Dream Team de Barcelona 92, aunque hasta el momento solo han dejado irritación y estupor. Será interesante ver como se desenvolverán en un torneo al que llegaban de favoritos sobre el papel… pero, pensándolo bien, quizás no tanto. Quinta razón.

La quinta lleva a la sexta. La selección femenina de USA, al contrario de la masculina, es la selección más seria de todas. Y no solo respecto al baloncesto, sino de cualquier selección que esté presente en los juegos, se trate del deporte del que se trate. Porque la cuestión no es que estén todas las estrellas de la WNBA: Bird, Delle Donne, Gritner, Moore, Taurasi, etc., sino que la cuestión es que el coach que las dirige es una leyenda viva del baloncesto. Geno Auriemma. El entrenador jefe de la Universidad de Connecticut, es uno de los entrenadores que dotan al baloncesto de claridad, buen hacer y seriedad. Solo por ver como dirige, aunque en este caso lo tiene fácil, merece la pena. Pero esa no es la razón, la razón está en ver como los entrenadores contrarios serán capaces de contrarrestar a este bloque en su conjunto. La tarea es difícil y por eso merece la pena seguir con detenimiento que se les ocurre. Sexta razón.


La séptima razón lleva el sello de nuestra selección nacional. En el pasado Eurobasket, se alcanzó una vez más la gloria. Pero el camino no fue un camino de rosas desde el principio. Fueron muchos los factores que hicieron dudar del equipo, sin embargo, superadas ciertas dudas y miedos, el juego se centró completamente en el mejor jugador de la historia del baloncesto español, Pau Gasol. Y, como si todo estuviera planificado desde un principio, la maquinaria ÑBA comenzó a girar entorno a él para hacernos olvidar los partidos fallidos. No importó lo sucedido antes, y la semifinal ante Francia fue el culmen de una gran actuación. Pero, claro, las preguntas siempre surgen antes de un torneo de estas características: ¿estarán los nuestros al nivel acostumbrado?, ¿se modificaran algunos esquemas o prioridades porque hay jugadores que están pidiendo asumir el liderazgo a marchas forzadas?, ¿volverán a ser las Olimpiada de Gasol y Navarro o, por el contrario serán las de Llull, el Chacho y Rudy?, ¿Barça o Madrid a la hora de decidir?, ¿se notará demasiado la ausencia de Marc Gasol?, etc. O, tal vez no se trate de nada de esto y Mirotic de el paso al frente que todos esperamos que dé.

El torneo se presenta bonito. Los grupos son más atractivos de lo que parecen a simple vista, aunque, a priori, el grupo de USA y Francia tiene a dos claros favoritos seguros. Normal, si tenemos en cuenta que la FIBA tiene que pagar los favores recibidos por la Champions a Francia (¿Recuerdan el medallero? Francia está por detras de España). Pero no todo suele ser un camino fácil en un torneo de estas características y otras selecciones, como la italiana, ya han pagado el precio de la soberbia. España se enfrentará a selecciones muy potentes sobre el papel. ¿Y qué importa? Los cruces serán tan duros una vez que supere la fase de grupos que llegar a la final ya es un éxito en sí. ¿Y qué importa? La motivación es la intriga de cada partido y de cada resultado por el nivel con el que llegan todas las selecciones. Y las chicas tampoco lo tienen nada fácil con USA, Canadá, Serbia y China en su grupo. Octava razón.

Atletas, jugadores, entrenadores, directivos del COI, de la FIBA, de las federaciones (incluida la nuestra), pero... ¿y los árbitros? Aunque esta razón es un tanto extraña, ya que no se pueden seguir unos juegos pendientes de la actitud de los árbitros, en todos los foros siempre está presente la misma pregunta: ¿pitaran los árbitros los pasos a los americanos? La cuestión no es tan simple como parece, ya que en la ceremonia de apertura los jueces hacen juramento de respetar las reglas con fidelidad y no dejarse sobornar. Sin embargo, una vez que los americanos salen a la pista parece que las reglas FIBA no van con ellos, al igual que las agencias antidopaje del COI. ¿Serán estas las olimpiadas en las que los árbitros hagan respetar a los americanos nuestras reglas o tendrá que suceder que los jueces de la mesa retrasen el reloj lo que haga falta hasta que los americanos pierdan, como así sucedió en las olimpiadas de Múnich 72? Novena razón.


La última razón es simple, quizás baladí o vacía de contenido, o tal vez tenga que ver con el egoísmo o con el calor de estas fechas, pero el horario de los partidos llama a estar sentadito en una terraza al fresquito tomando una cervecita, o lo que se tercie, con los amigos, o lo que se tercie, mientras el sopor nos relaja cuando veamos los partidos de la selección. Anímense porque los JJ.OO. son cada cuatro años y estos están llenos de alicientes. Dis-frú-ten-los. BA-LON-CES-TO.

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