El base suplente de Golden State resultó decisivo en el primer partido de la final. Por primera vez en su carrera, llegó a los 20 puntos en un partido de playoff
 |
| Foto vía |
Finales de la NBA. Primer partido. Oracle Arena. Warriors contra Cavs. Todo el mundo esperaba al dos veces MVP, al máximo anotador, al mejor triplista de la liga. Todo el mundo esperaba a Stephen Curry. Sin embargo, quien acapara hoy los focos no es él, sino su suplente.
Shaun Livingston, secundado con acierto por André Iguodala, comandó la meritoria actuación de los hombres del banquillo dub. Los 45 puntos que anotaron los jugadores de rotación de Golden State, en oposición a los 10 de los Cavaliers, contribuyeron a decantar el marcador final (104-89) para los de la Bahía. De esos 104, veinte corrieron a cargo de Livingston, los mismos que Curry y Thompson juntos. Es la primera vez en sus once años en la NBA que alcanza esa cifra en un partido de postemporada.
La veintena de puntos de Livingston, que lo convirtió en el máximo anotador de su equipo, llegó gracias a una excelente serie de 8 de 10 en tiros de dos y 4 de 4 desde la línea de personal. En los 27 minutos y medio que estuvo sobre el parqué, sumó a sus estadísticas 4 rebotes, 3 asistencias y un robo de balón. En total, su indicador +/- se situó en +20, solo superado por el +22 que registró Iguodala.
A sus 30 años, Shaun Livingston se consolida como un jugador de rotación constante en su rendimiento, con calidad para distribuir el juego y tirar desde media distancia y consciente de sus limitaciones con el tiro de perímetro. No lo ha tenido fácil para llegar hasta donde está ahora: en 2007, cuando jugaba en los Clippers, una grave lesión de rodilla casi provocó que le fuera amputada una pierna. Tras varias etapas de su carrera en liga de desarrollo, los Bobcats lo repescaron en 2010. Desde entonces, su crecimiento ha sido continuado.
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión sobre lo leído.