Estados Unidos puso el broche de oro a un dominio irrefutable. El ilusionante arranque serbio fue en espejismo ante el rodillo estadounidense, que con la máquina ofensiva a pleno rendimiento, dio su mejor versión en el mejor momento posible para reafirmar su hegemonía mundial. Un monólogo tan letal como espectacular, que no dio respiro a una Serbia que impotente ante la exhibición rival, puso punto y final a su meritoria andadura con una medalla de plata.
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Sin complejos y con las ideas claras, Serbia planteaba cara desde el inicio. Con Teodosic como director de orquesta, hacían fácil lo difícil, siendo fieles a su estilo para mandar el primer aviso del partido. Con Bjelica y Raduljica como brazos ejecutores, los balcánicos parecían cómodos y seguros de su puesta en escena, pero poco tardaría en aparecer Harden para imponer su ley y cambiar la dinámica de una Estados Unidos que empezaba a pisar el acelerador. Con Irving como conductor y Cousins como eje en la zona, ponían tierra de por medio en un abrir y cerrar de ojos con un 15-0 de parcial. Lejos de sus primeros compases de inspiración, Serbia se desinflaba, siendo una vez más Kyrie Irving el encargado de apuntalar la exhibición ofensiva al término del primer cuarto. (35-21)
Mientras Irving hacía de la final su particular patio de colegio, los de Coach K continuaban acribillando a su rival a base de triples con Thompson como socio y Faried como martillo en la pintura. Teodosic y Raduljica encarnaban el ya herido orgullo serbio, pero su oponente no sólo mostraba su superioridad con el talento, sino con la actitud, ya que con la intensidad y contundencia por bandera, no bajaban el pistón en ningún aspecto. Tan letales como espectaculares, el monólogo norteamericano era digno de guardar en videoteca, siendo Rudy Gay, DeMarcus Cousins y sobre todo James Harden los encargados de dejar la contienda vista para sentencia cuando llegábamos al descanso. (67-41)
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Faltaban adjetivos para describir el 'show' del Team USA. Encabezados por un Irving imparable desde la línea de tres, la apisonadora estadounidense no frenaba en su cometido frente una Serbia donde tan sólo Krstic, Bjelica y Bogdanovic representaban la entereza de un equipo rendido por la imposibilidad y el impecable acierto de quien ya tenía el partido en su bolsillo. Davis, DeRozan...todos aportaban en un soliloquio irrebatible ante el que sólo cabía disfrutar con un cuarto aún por jugarse. (105-67)
Los últimos 10 minutos sirvieron de homenaje para los chicos de Mike Krzyzewski. Con el partido convertido en un correcalles sin fundamento, la pluralidad americana volvía a salir a la palestra ante la garra de los de Djordjevic, que encomendados a las acometidas de los secundarios con Kalinic como punta de lanza, querían dejar el listón bien alto sacando provecho del relajo estadounidense. Sin embargo, el fin de fiesta ya tenía vencedor, ya que nada iba a impedir que Estados Unidos revalidara la corona mundial.
MVP: Kyrie Irving
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Quinteto ideal
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| Kenneth Faried, Pau Gasol, Nicolas Batum, Kyrie Irving y Milos Teodosic |
HIGHLIGHTS
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