Veinte minutos bastaron para dejar atrás a su rival. Un arranque espeso se vería culminado con rodillo impacable a la salida de los vestuarios, y es que sin piedad alguna, sacaron a relucir todo su repertorio para sellar su billete a la final sin miramientos ante una Lituania que apenas pudo hacer nada ante la despiadada máquina estadounidense.
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Corales y decididos, Lituania ofrecía una sólida puesta en escena ante un un USA Team errático y lastrado por los problemas de faltas. Los de Klazauskas sabían de la importancia de ralentizar la contienda en todos los flancos, apoyándose en la dirección de Juskevicius para mantener la compostura y sacar partido de las dificultades americanas para atacar en estático. Sin embargo, sería Klay Thompson el encargado en salir a la palestra, mostrándose tan incisivo como letal para dar un golpe sobre la mesa ante la inconsistencia ofensiva báltica, que atascados, sucumbían al término del primer cuarto. (21-16)
Si bien Curry y Klay Thompson llevaban las riendas de los suyos, poco o nada cambiaba la dinámica. Lituania sufría para encontrar un patrón de juego, pero pronto vería en Kuzminskas a la solución de todos sus problemas. Sin complejos, el alero del Unicaja se convertía en el principal baluarte de los suyos, causando estragos a una Estados Unidos que seguía sin dar con la tecla para imponer su ritmo. Imperaban las imprecisiones en uno y otro, así como las defensas cobraban protagonismo en un encuentro duro y embarrado a partes iguales. Aunque lejos de optimizar sus virtudes, el Team USA conseguía sumar poco a poco de la mano de Rudy Gay y Klay Thompson para asegurar su ventaja cuando llegábamos al descanso. (43-35)
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Como ya es costumbre en este Mundial, el partido cambiaría de cara de forma radical a la salida de los vestuarios. En un abrir y cerrar de ojos, los de Coach K sacaban el rodillo para hacer funcionar la máquina y poner tierra de por medio con un parcial de 10-0 a base de triples. Con la defensa como motor, Estados Unidos pisaba el acelerador, maniatando a una Lituania incapaz de reaccionar ante las incesantes acometidas americanas. Harden, Irving, Davis, todos aportaban en una exhibición que no había hecho sino empezar. Juskevicius y Kuzminskas encarnaban el orgullo intermitente de una Lituania rendida a los pies de un oponente que jugaba a placer a la estela de un James Harden imparable para dejar el encuentro visto para sentencia. (76-49)
Los últimos 10 minutos de partido fueron el escenario idóneo para que Estados Unidos acabara por rubricar su destrozo. Los bálticos apenas mostraban sus últimos alientos mientras su rival apretaba al son de un Kyrie Irving tan desequilibrante como espectacular en sus incursiones. Un correcalles decorado con la brillantez y contundencia de talentos imparables que de la mano de Faried o Curry no daban lugar a respiro alguno. Sin piedad y con paso firme, Estados Unidos materializaba su andadura triunfal en este Mundial con un incontestable billete para la final. (96-68)
HIGHLIGHTS
El 'calentón' de DeMarcus Cousins
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