Foto: clarin.com |
Me lo puedo replantear, si sigue pasando esto. Si cerramos los ojos y miramos para adelante, seguirá pasando. Si es honesto, el básquetbol argentino tendría que volar y dar un salto gigante. Si sigue por este camino, ¿cuál es la gracia de representar a la CABB? Y si no te dan transparencia, honestidad ni una auditoría...
Tendremos que tomar una decisión. Veremos con qué nos encontramos mañana (hoy), si es que hay una reunión con estos dirigentes. Aunque esto viene de años. Esta CABB no me genera nada. No quiero ser cómplice de algo tan turbio. Ese es mi derecho. Si no juego el Mundial, será por culpa de una gestión horrenda. Y será una desilusión, porque hace 15 años que estoy en la Selección Mayor, donde la paso bien y me encanta estar.
No me preocupa. No me parece que alguien pueda juzgar mi decisión. No siempre las decisiones son buenas. Si nos clasificamos al Mundial y si hay hinchas del equipo, es porque aporté mi granito. ¿No defraudamos a todos si los que tenemos la posibilidad de hacer algo para que la situación no desbarranque, no hacemos nada y todo desaparece? ¿La pasividad en una cosa tan grotesca no es dejar en banda a la gente?
Hace tiempo que le pedimos a Germán Vaccaro que diera un paso al costado porque se oponía a una auditoría. No tuvimos respuesta. Somos jugadores y no queremos tomar la CABB. Los dirigentes han jugado con nuestra forma de ser. Cada año tenemos exposición en la Selección durante dos meses y después nos vamos a los clubes. Entonces perdemos peso en los 10 meses siguientes. Los dirigentes han capeado el temporal todos los años a sabiendas de que todo se calmaría. Este año, la diferencia es que estamos muy fuertes y no permitiremos desinvolucrarnos.
El momento de quiebre fue el año pasado, pero seguimos en el mismo punto. Lo único diferente fue que se fue Vaccaro.
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión sobre lo leído.