El Real Madrid consiguió ganar el segundo partido de la final de la Liga Endesa a un Barcelona más irregular en ataque. Los de Pablo Laso llevaron la iniciativa del partido constantemente y sentenciaron en el último cuarto pese a los intentos de Oleson y Navarro para remontar. El martes, tercer asalto.
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| Foto: ACB |
Mucho tenía que mejorar el Madrid tras un irregular primer partido y los de Pablo Laso salieron agresivos desde el primer minuto. Con una defensa intensa y muy encima de los azulgranas, los blancos abrieron brecha rápidamente en el marcador (12-5, min 4). Los de Xavi Pascual se atascaban en el ataque estático y fallaban tiros constantemente. No había circulación del balón.
Bouroussis se hacía grande en la pintura y le sacaba la segunda falta personal a un Tomic descentrado. Darden volvía a ser un martillo desde el exterior y el Madrid se iba ganando con claridad al término de los primeros diez minutos (24-14).
La inercia no favorecía a un Barcelona que vivía de los triples de Navarro y del coraje de un Marcelinho Huertas muy bien defendido por Darden. Sin embargo, el Madrid no lograba escaparse en el marcador. Erráticos en el tiro e imprecisos en los pases. El Barcelona se precipitaba en tiros complicados y no elaboraba los ataques ante la desesperación de Pascual. Al descanso, 40-30.
Tras el descanso el Madrid parecía poner la directa con un Rudy en estado de gracia anotando hasta los tiros acrobáticos. Con el mallorquín inspirado en ataque y Mejri continuando con su exhibición física, los de Laso parecían romper el partido (52-37, min 14). Pascual paraba el partido y los azulgranas se rehacían.
Con Oleson y Lorbek tirando del carro en ataque y Marcelinho aumentando el ritmo de la orquesta, los catalanes redujeron ventajas a base de coraje y dejaron todo por decidir justo antes del último cuarto (58-51).
Un triple de Brad Oleson nada más comenzar el último periodo ponía el partido al rojo vivo pero el Madrid respondía con un parcial de 8-0 de la mano de Carroll para volver a abrir brecha (66-54). El canadiense siguió poniéndose el equipo a la espalda y el Barça llegaba al final del partido con opciones (73-67, min 35).
El intercambio de triples no acababa de favorecer a un Barcelona a remolque todo el partido y que perdía comba tras unos errores bajo canasta de Lampe y Tomic. Los azulgranas siguieron luchando hasta el final pero el Madrid sentenció con la magia de Sergio Rodríguez y empató la serie.
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