@bleacherreport.com |
Sin presión y sin complejos, los Bobcats salían con ganas de demostrar y apoyados en un letal Al Jefferson marcaban su territorio en los primeros compases mandando un aviso a unos Heat impotentes ante el vendaval rival. Ante la incapacidad de los locales para desplegar el juego que acostumbran, sobresalía la labor coral de unos Bobcats plurales y sacrificados, pero que no conseguían despegarse fruto de los destellos tanto de Dwyane Wade como de un eléctrico Norris Cole a su salida del banquillo. Con la defensa como pilar y el acierto de Gary Neal en la recta final, los de Clifford daban sensación de solidez, control y desparpajo, traduciéndose en el luminoso al término del primer período. (23-19)
...pero los Heat responden con contundencia
Aunque los locales parecían dar otra cara, la tónica permanecía intacta a la par que Al Jefferson volvía a la cancha. Si aun renqueante seguía sumando, era Josh McRoberts quien actuaba como todoterreno, repartiendo y acertado desde el perímetro. Sin embargo, poco más les duraría la hegemonía, ya que el 'Big Three' daba un golpe sobre la mesa, sacando partido de la irrupción de Chris Bosh pero sobre todo encomendándose a un Wade que se alejaba por méritos propios de las dudas sobre su estado físico. Pronto sería el turno de LeBron James, que con una superioridad física manifiesta sobre Michael Kidd-Gilchrist alentaba a los suyos, creando los primeros quebraderos de cabeza a la rotación. Si ya estaban cogiendo carrerilla, los Heat ponían en marcha su maquinaria defensiva para dar el empuje definitivo con el que dinamitar la contienda y ponerle una marcha más al encuentro. Con el partido en su terreno, el encuentro se ponía de lado de unos Heat que seguían sin poder imponer su ley de forma definitiva.
El oficio y Kemba mantiene con vida a los Bobcats
De la mano de un Kemba Walker desatado, los Bobcats volvían a golpear primero a la salida de los vestuarios. Si bien el duelo volvía a estar en un puño, era el base neoyorquino quien tomaba las riendas para aguantar el tirón. Así pues, seguía siendo el trabajo atrás de los de North Carolina el que marcaba la pauta, dejando sin margen de maniobra a un rival dependiente de las individuales de LeBron, Wade o incluso de un sorprendente James Jones que daba alas a los suyos. Si bien un triple estratosférico de LeBron hacía aumentar la ventaja, los Bobcats a base de oficio demostraban estar muy vivos con 12 minutos aún por jugarse.
Wade y la telaraña metálica defensiva decantan la balanza
Charlotte amagaba con reengancharse, pero en esta ocasión era la defensa de los Heat la que marcaba diferencias. Subiendo líneas atrás y con Andersen como baluarte en su marcaje sobre Al Jefferson, sufrían para anotar en estático mientras la pluralidad ofensiva volvía a los de South Beach. En un abrir y cerrar de ojos, el enfrentamiento estaba visto para sentencia y es que ante la cohesión y acierto de los vigentes campeones, sólo encontrábamos impotencia en unos Cats que luchaban a contracorriente. En un constante "quiero y no puedo", era LeBron James el encargado para dar la puntilla, haciendo inútiles las acometidas de su oponente que pese a la actitud mostrada moría en la orilla.
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión sobre lo leído.